Fueron apenas ocho líneas de comunicado, pero transmitieron mucha esperanza respecto a la recuperación de Niki Lauda: el Hospital General de Viena anunció que el ex piloto de 69 años evoluciona favorablemente del trasplante de pulmón al que fue sometido el jueves.

"La recuperación de Niki Lauda está siendo muy satisfactoria. Apenas 24 horas después de la operación ya estaba totalmente consciente, se le retiró el tubo de la respiración y pudo respirar por sí mismo. Aunque todos sus órganos están funcionando bien seguirá ingresado varias semanas más", explicaba el comunicado.

El triple campeón del mundo de Fórmula 1, una institución en Austria, fue operado de urgencia tras haberse infectado con el virus de la gripe. El ex piloto tuvo que interrumpir sus vacaciones en Ibiza para volar a la capital austriaca y tratarse. Su estado empeoró dramáticamente y necesitó un trasplante de pulmón urgente.

Lauda ha sufrido muchos problemas de salud desde el brutal accidente que casi le cuesta la vida en el circuito de Nürburgring en 1976. Entonces padeció graves quemaduras, entre ellas en el rostro, pero volvió a competir apenas 42 días después del accidente. Años después, fue sometido a dos trasplantes de riñón.

Únicamente recibe las visitas de los médicos y de sus familiares. Una vez abandone el hospital, tendrá que iniciar un largo periodo de rehabilitación en el que será primordial que no se infecte, siendo sometido a controles de forma regular para verificar que su cuerpo no rechaza el pulmón.

Como prueba de que los trasplantes de pulmón pueden cambiar la vida de las personas, el doctor Walter Klepetko, que operó a Lauda, escaló los 5.895 metros del Kilimanjaro en 2017 con diez pacientes que se sometieron a la misma intervención que el ex piloto. Klepetko operó a cerca de 2.000 pacientes del pulmón desde 1989. Las personas que viven con un pulmón trasplantado tienen que tomar medicamentos de por vida para evitar el rechazo de órgano.