motociclismo campeonato del mundo de motogpUna vuelta más

Márquez no cae en las apuestas

  • Pese al traspiés de Italia y su récord de caídas, el tetracampeón llega líder a Cataluña con 23 puntos sobre Rossi

  • Lorenzo, ganador en Mugello con Ducati, también ha apostado por ser su compañero de equipo en Honda

Los malos pronósticos siempre tropiezan con la realidad. Tras las victorias consecutivas de Austin, Jerez y Francia, se llegó a afirmar que Márquez arrasaría hasta aburrir, o que este Mundial de MotoGP estaba ya sentenciado y otras elucubraciones desmesuradas. Pero ha bastado un traspiés del genial piloto español en la sexta carrera del año en Mugello, para que esos presagios se vayan al traste y que el Campeonato llegue muy abierto esta semana a Cataluña, séptima carrera de una larga temporada con 19 grandes premios en los que nada está escrito, salvo que Marc lidera con 23 puntos de ventaja y no se cae de las apuestas. Hasta el propio Lorenzo, glorioso ganador en Italia con Ducati, ha apostado también por ser su compañero en Honda para 2019.

Por extraño que resulte, en lugar de fijar la atención en el Mundial que está en curso, las miradas, polémicas y especulaciones se han centrado especialmente en el que comenzará dentro de diez meses, todo un mundo. Sin duda, el motociclismo es un deporte en el que los acontecimientos van por delante de la vida cotidiana. Ha sido tan intenso el 'baile' de fichajes (más propio de mitad de temporada), que se ha enturbiado e incluso desquiciado el ritmo natural del Campeonato. De este modo, pilotos como Pedrosa ya saben que este es el último de sus 18 años en Honda (hoy comparecerá a las 16:15 para hablar de su futuro); el competitivo y cotizado Zarco también es consciente de que su futuro está en KTM, dejando atrás la exitosa Yamaha satélite; el competitivo Petrucci ya tiene asegurado que heredará la Ducati de Lorenzo, como compañero de Dovizioso, al igual que Joan Mir dará el salto a MotoGP con Suzuki, ocupando el puesto de Iannone, que se va a Aprilia. Eso sí, hay quienes no se mueven, como Rossi y Viñales, que renovaron con antelación suficiente por Yamaha Movistar.

Pese a estar ya prácticamente resuelto el puzle de este alborotado 'mercado' mundialista, se seguirá hablando más del 'Dream Team' que formarán Marc Márquez y Jorge Lorenzo en la próxima edición de MotoGP, que de la propia batalla por la corona que está en juego. Ver para creer. Ese excepcional equipo de Honda Repsol para 2019 ha supuesto un gran impacto mediático que eclipsa todo a su paso. De ahí que los ríos de tinta seguirán corriendo en paralelo a las más altas cuotas de pantalla por el indudable morbo de que los dos mejores pilotos de nuestro país en la cilindrada reina, que suman juntos la friolera de once títulos mundiales (siete en MotoGP), van a vestir los mismos colores. Pero no es menos cierto que la competición debe continuar, pues hay un título e intereses en juego que obligan a poner de nuevo los pies en el suelo.

Es evidente que el día a día de MotoGP ha estado muy condicionado por los fichajes y es de esperar que a partir de ahora, ya decidida la parrilla de 2019, entremos en una etapa de mayor estabilidad. En ella, todo el mundo tiene claro que el hombre a batir seguirá siendo Marc Márquez, que por vez primera llega este fin de semana al Circuit de Barcelona-Catalunya liderando la clasificación de la cilindrada reina con una ventaja de 23 puntos sobre su máximo rival, Valentino Rossi, mientras que con Maverick Viñales y Andrea Dovizioso, tercero y cuarto en la provisional, la diferencia es de 28 puntos y 29 puntos, respectivamente.

Ni que decir tiene que la pugna por el liderato no es tan abierta como en los últimos años, pues Márquez está ejerciendo una clara superioridad que mantiene algo cabizbajos a sus rivales. De hecho, hasta la pasada carrera de Italia en Mugello parecía que Marc y su Honda eran casi imbatibles, no sólo por las tres victorias consecutivas que acumulaba desde Austin, sino por la autoridad que venía ejerciendo el piloto español en entrenamientos y carreras, saliendo incluso airoso de las polémicas y batallas psicológicas que le ha planteado Rossi por el encontronazo que tuvieron en Argentina. Pero no hay que llamarse a engaño, el tetracampeón de MotoGP está echando el resto para amargar la existencia a sus competidores y sacar petróleo a una Honda RC213V que sigue siendo un caballo desbocado, tarea que no es precisamente sencilla.

Como muestra de las dificultades que afronta Marc Márquez para llevar la voz cantante en su categoría, basta con observar que ostenta ya el récord provisional de caídas, con ocho percances (más decenas de 'salvadas'), manteniendo por tanto la misma senda de riesgos que ya transitó el año pasado para conseguir su cuarto título de MotoGP, que le deparó un total 27 caídas. Es decir, liderar no sale gratis, exige asumir más riesgos de los que parece. A modo comparativo, sirva el ejemplo de que Rossi, segundo en el Mundial, se ha ido al suelo cinco veces menos que Marc, mientras que Dovizioso, otro de los grandes aspirantes al título, tan sólo ha sufrido dos accidentes.

Pocas caídas ha sufrido también Lorenzo, sólo dos, aunque lo más relevante de él es que por fin acaba de triunfar con Ducati y, sobre todo, que ha garantizado su futuro fuera de esa marca. ¿Se imaginan que a partir de ahora Jorge complica el título al que será su compañero en 2019? Hagan sus apuestas para el Gran Premio de Cataluña, pero no olviden que si apuestan por Márquez ganarán poco, pues casi todo el mundo apuesta por él, por mucho que se caiga…

( ) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue editor jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como jefe de prensa del Circuito de Jerez.

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