Victoria de las Guerreras de la algecireña Jennifer Gutiérrez. La selección española femenina de balonmano ha logrado una gran remontada ante la República Checa (27-24) para clasificarse y avanzar hasta la segunda fase del Campeonato de Europa de Dinamarca.

Tras la derrota ante Rusia y el empate ante Suecia, a la tercera llegó la vencida. Al igual que todo el campeonato, el partido ha sido un verdadero dolor de muelas, con las checas siempre por delante y el equipo español lleno de dudas y de miedo. Durante muchos momentos la selección fue perdiendo por cinco y seis tantos y las caras del equipo nacional reflejaban la desolación del marcador.

Extraordinaria Carmen Martín

Pero la reacción llegó en los últimos veinte minutos gracias a la defensa y a que las cosas empezaron a funcionar en ataque en ese último tercio del partido. Mucho tuvo que ver en ese juego ofensivo una brillante Carmen Martín, que lideró a las Guerreras con 12 goles y una gran eficacia desde los siete metros.

Ella sostuvo al equipo al principio y fue clave en la remontada final, junto a Merche Castellanos en la portería. Carlos Viver, que se pasó el partido buscando soluciones, lo probó también desde ese punto, sustituyendo a la gran Silvia Navarro, una apuesta que terminó saliendo bien porque las paradas de Castellanos fueron decisivas.

El duelo de la tercera jornada ante la República Checa era a vida o muerte. Pero la realidad es que todo fue torcido durante la mayor parte del encuentro. El inicio fue malo para España, con muy poca fluidez en ataque y con las centroeuropeas anotando con cierta facilidad. Así las cosas, primero cogieron una ventaja de dos o tres goles que pronto se fue hasta los cinco y seis tantos de diferencia. Nerea Pena no entraba en juego, Almudena Rodríguez tampoco y el equipo no encontraba a Jennifer Gutiérrez, así que tocó mantenerse en pie gracias a la capitana Carmen Martín, que arrojó talento y tensión competitiva en todo momento.

España, de menos a más

No cambiaron las cosas hasta esos últimos veinte minutos. Las checas empezaron a vislumbrar de cerca su primera clasificación para una ronda principal y eso hizo que les entraran las dudas. Empezaron a mirar el reloj antes de hora, sus ataques se hicieron más previsibles y las Guerreras, un equipo mucho más experimentado, aprovechó la situación para empezar a recortar.

Consiguieron echar el cerrojo a la portería durante diez minutos y ahí se forjó la remontada. Una vez se puso por delante en el marcador España se acabó el partido, porque los últimos minutos solamente sirvieron para que la renta se fuera a esos tres goles de diferencia y los últimos segundos no tuvieran mayor importancia.

Avanza España con tres puntos y tendrá que ganar sí o también a Francia y Dinamarca para poder meterse en la pelea por las medallas, pero el primer objetivo está cumplido y el equipo de Carlos Viver podrá seguir compitiendo contra los mejores equipos del panorama internacional. Nunca hay que dar por muertas a las Guerreras. Esa segunda fase arrancará el próximo día diez de diciembre.