El Aguas de Valencia parte esta misma mañana en autocar desde Gandía con destino a Los Barrios para jugar lo que técnicos y jugadores entienden como una final, porque un triunfo podría darles la salvación matemática y una derrota, dependiendo de otros marcadores, volvería a situarles al filo del precipio.

Los valencianos llegan inmersos en los efectos positivos que ha tenido la noticia más traumática de la historia de la entidad, la dimisión del técnico Isma Cantó después de doce años en el cargo. "Es lo mejor para el club" dijo en el día de su adiós, con lágrimas en los ojos.

Lo curioso del caso es que el tiempo no ha tardado en darle la razón. El club nombró como relevo a Víctor Rubio, su ayudante, que llevaba vinculado a la entidad desde ni se sabe. El balance de su paso por el banquillo no puede ser más positivo. El día que Rubio llegó al cargo el Gandía compartía la última plaza con La Palma y estaba a dos victorias de los puestos de salvación. En su debut logró en Santander un triunfo que vale su peso en oro sobre el Alerta y ha amarrado los dos partidos disputados en casa, nada menos que ante Alicante Costa Blanca y Ciudad de La Laguna. Su único revés fue en Santiago ante el Rosalía (90-83) y ese balance de 3-1 le ha situado con once triunfos, con uno de renta sobre Hospitalet y Alerta, al que además aventaja en el básquet average.

Sólo en el último tramo de la primera vuelta, cuando enlazó triunfos sobre Villa, Melilla y Fundació Basquetinca.com, obtuvo el Gandía mejor balance de victorias-derrotas que en este momento.

En la plantilla militan cuatro ex jugadores de Los Barrios. Por un lado está Álex Burgos, que ha vestido la camisola gualdiverde en dos temporadas diferentes y que pese a su veteranía goza de un enorme protagonismo. Por otro, el base Jordi Valmajó, que trabajó a las órdenes de Felix Alonso. El ala-pívot Rubén Burgos tuvo un accidentado paso por la Villa, ya que sufrió una lesión en el Talón de Aquiles cuando el recién llegado Quino Salvo parecía estar sacándole su máximo rendimiento y ya no volvió a enfundarse la elástica barreña. Y por último, el pívot Jaime Peterson, verdugo de los de Moncho Fernández la pasada campaña en la Copa Príncipe con León, con el que además consiguió el ascenso a ACB. Peterson tuvo un paso más que fugaz por el Samuel Aguilar, ya que apenas tuvo tiempo de debutar en un periodo navideño en el que José Luis Oliete estaba al frente de la nave.

El base Jorge Jiménez, que cumple su cuarta temporada en la entidad, es el máximo anotador de los valencianos, con 292 puntos, pero no le va a la zaga Jordi Valmajó con 202, lo que demuestra el peligro de sus lanzamientos de perímetro. Además juega allí Víctor Luengo, que las últimas seis campañas había jugado en el Pamesa de ACB.

El Aguas de Valencia llega sin su alero Javier Rodríguez, que sufre una rotura de ligamentos de un tobillo que casi seguro le va a impedir jugar en lo que resta de temporada. Javi Rodríguez es del cuarteto de aleros el que menos protagonismo tenía en el juego, pero en un equipo donde cada uno tiene sus opciones, sobrepasaba los quince minutos en cancha. En principio, los médicos pensaron que la lesión que el jugador sufrió durante el encuentro con La Laguna no era más que un esguince de tobillo, pero en vista de que no remitían las dolencias fue sometido a nuevas pruebas médicas.

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