Chris Froome (Sky) demostró que aún no ha tirado la toalla en el Giro de Italia, tras su mal comienzo, y con su victoria en la cima del Monte Zoncolan demostró que tiene mucho que decir aún en la carrera, aunque su compatriota Simon Yates (Mitchelton), segundo en meta a pocos segundos, reforzó la maglia rosa de líder.
El líder del Sky eligió el Zoncolan para resucitar, darse un baño de gloria y demostrar que aún no se ha despedido del Giro. Lo hizo con un ataque marca de la casa, tirando de su molinillo, a 4,3 kilómetros de la llegada. Ya no tuvo rival hasta la cima situada a más de 1.700 metros de altitud, a pesar de que Yates le puso muy cara la victoria siguiendo sus pasos a escasos metros en el último kilómetro. A seis segundos llegó el líder de la carrera; a 24, Domenico Pozzovivo (Bahrain) y Miguel Ángel López (Astana); y Tom Dumoulin (Sunweb), ya pensando en la crono del próximo martes, a 37 segundos. Un paso significativo de Froome, más para su moral que para su puesto en la general, aunque ya es quinto a 3.10 del líder.
La jornada fue positiva para la maglia rosa. Yates ha hecho cuentas y sabe que debe llegar con más tiempo sobre Dumoulin para la pelea contra el reloj.
El Sky tenía marcada esta estapa y mostró sus intenciones con Poels marcando el ritmo al inicio de la subida. Cuando se apartó Froome conectó su molinillo. Cabeza abajo, ojos en el potenciómetro y a subir. Dumoulin, Carapaz, Aru, se quedaron y Yates aguantó el tipo sin cebarse.
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