La tertulia deportiva de Europa Sur

Fran Téllez: la historia de un taekwondoka por genética

  • El mundialista, hijo de Paco, precursor de su deporte en La Línea, denuncia que cuando le convoca la selección se ve obligado a pagarse viajes y estancias

Fran Téllez no podía ser otra cosa que taekwondoka. Paco, su padre, es uno de los precursores de este arte marcial no ya en La Línea, sino en toda la comarca. Un apasionado de la materia que ha sabido transmitir su devoción por este deporte a su descendencia. Fran -que recuerda que con tres añitos ya pasaba horas en los pabellones mientras su padre comparecía en competiciones- cuenta con seis títulos nacionales y forma parte de la selección española que hace apenas un mes concurrió al Mundial que se celebró en Perú. Lo hizo junto a su hermana Alba, que se encuentra ahora en Corea aumentando sus conocimientos. Como Fran, lleva el taekwondo impreso en el ADN.

"En mi casa no es que se hable de taekwondo a la hora de comer, es que no se habla de otra cosa", bromea este linense, apasionado del Real Betis y del Real Madrid, que tiene que hacer un auténtico esfuerzo para no comer durante los postres. "Bueno, tomo un trocito y luego corro diez minutos más", anuncia cuando se rinde a los estímulos de su compañero de charla, el escritor y cineasta Ángel Gómez. Y es que resulta muy complicado no sucumbir a la tentación gastronómica de El Cortijo de Guadacorte, que alberga, como es norma, La Tertulia de EuropaSur.

Fran Téllez, que se confiesa un entusiasta del cine de terror, pasa ahora la mayor parte del tiempo en Sevilla, donde se prepara para ejercer el día de mañana de educador en la materia que mejor conoce, la condición física. "En España es imposible vivir del taekwondo sea cual sea el nivel que alcances. Todo lo contrario que sucede en varios países de Asia, donde incluso hay una carrera para las artes marciales", detalla.

"He pensado alguna vez en irme allí, pero hay demasiadas cosas que me tiran para atrás", reconoce.

El verdadero problema va mucho más allá de que los taekwondokas en España, ni siquiera alcanzando medallas olímpicas, tenga que renunciar a hacer de su deporte una profesión. El auténtico obstáculo es que practicarlo ya le resulta costoso. "Hace poco tanto mi hermana como yo estuvimos en Perú con la selección y tanto el viaje, como la estancia... todo tuvimos que pagarlo nosotros. La Federación Española sólo aportó la equipación", dice, mitad con resignación, mitad con cierta pena.

"El año pasado estuve en el Europeo y curiosamente la Federación Andaluza sí que me echó una mano, aunque no cubrió todos los gastos, pero la Española, nada", detalla, al tiempo que reconoce que siente "cierta envidia" de aquellos que practican su deporte en Filipinas. "Allí, por el hecho se ser campeón ya tienes garantizada casa, coche, un sueldo... te convierte en una personalidad. Yo he ganado seis títulos nacionales y tengo que pagarme los viajes".

A pesar de todo, Fran Téllez -que coqueteó con el boxeo y kick boxing "porque sentía curiosidad"- no deja pasar la oportunidad de defender con ahínco las virtudes del taekwondo olímpico, que en su opinión es el deporte de combate "más completo".

"Por encima de todo te enseña muchos valores, el principal el respeto y eso nunca está de más", subraya y explica que es posible mantener una relación de amistad con sus competidores. "Al final cuando vas a competir te centras sólo en eso y no piensas en quién tienes enfrente. Somos amigos fuera del tapiz. Dentro, no".

El taekwondoka linense -un admirador del campeón olímpico Joel González, con el que se ha entrenado en alguna oportunidad- reconoce que su objetivo más ambicioso es comparecer en unos Juegos. "Eso tiene que ser...", sueña en voz alta.

Pero Fran Téllez también sabe que para conseguirlo es necesario mantener un nivel máximo tanto en el entrenamiento físico como en el que se denomina invisible. "Por supuesto que entraña un sacrificio. Hay que renunciar a muchas cosas".

"Este puente, sin ir más lejos, mis amigos de Sevilla han salido de fiesta y a mí también me gusta estar con ellos, pero yo me vine a La Línea para entrenarme", relata este deportista metódico, que analiza a sus rivales por Youtube ("sirve de mucho a la hora del combate") y prepara cada competición con mimo.

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