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Burgueña: "Mi error fue no lograr que los jugadores fuesen más agresivos"

  • El técnico vasco afirma que se marcha de La Línea "con la cabeza alta". "Me he dejado mi alma", asegura

El presidente de la Real Balompédica, Alfredo Gallardo, confirmó a primera hora de la mañana de ayer la destitución de José Luis Burgueña como técnico del primer equipo albinegro, después de que éste encadenase el pasado domingo, en el Nuevo Los Cármenes de Granada, su decimoquinta jornada consecutiva sin conocer la victoria, lo que le mantiene anclado en la última plaza de la clasificación. Burgueña afirma que se marcha "con la cabeza alta" y convencido de que los jugadores han estado a su lado "hasta última hora".

Después de la introducción del máximo responsable de la entidad, en la que recalcó que el club y el preparador habían "llegado a un acuerdo" en el que Burgueña había demostrado su "cariño y respeto por la Balompédica" el técnico, visiblemente afectado pero extremadamente sereno, tomó la palabra y desveló que, en su opinión, su mayor error ha sido "no conseguir que los jugadores fueran más agresivos, más competitivos".

"Quizás mi mayor equivocación sea que he querido que mi equipo juegue al fútbol, en vez de seguir las reglas de la Segunda B", incidió.

"Sé que quince partidos sin ganar son muchos", admitió en referencia al respaldo que había encontrado en la directiva. "Estoy convencido de que a estas alturas deberíamos tener cinco o seis puntos más, pero ha habido mala fortuna, momentos malos, falta de concentración…"

"Es verdad que en Granada no dimos la talla", continuó. "Entré en el vestuario con un cabreo muy grande con ellos, quizás sea la vez que más me he enfadado, hasta rompí no sé si un bolígrafo o la tiza o yo que sé, pero no reaccionaron".

"Ante eso llega el momento en el que me sentí impotente o incapaz de sacar unos argumentos diferentes, porque después de cada seman ha habido que buscar uno nuevo para recuperar a un colectivo que anímicamente no es muy competitivo", reconoció. "Quizás es eso lo que le falta a este equipo".

"Ya no me quedan argumentos, pero me voy con la cabeza alta porque entiendo que he hecho el trabajo que tenía que hacer", declaró. "He dejado aquí mi alma, mi tiempo, lo he dado todo, creo que he metido más horas que en ningún otro equipo, porque ha sido, de todos los que he estado, el que más me ha llenado".

"He tenido gente a mi alrededor maravillosa", dijo en referencia a presidente, técnicos y auxiliares, al tiempo que agradeció el comportamiento de la afición con él. "Esto ha sido como una familia y yo me he sentido como en casa. Por eso me voy con una pena increíble. Me he sentido muy bien".

Burgueña, que reconoció que una semana antes de ser destituído había puesto su cargo a disposición del presidente. "Si para darle otra cosa al equipo yo me tenía que ir, pues me voy", recalcó.

El técnico vizcaíno expresó su convencimiento de que "todos los jugadores" estuvieron con él "hasta última hora" y recordó la multitud de adversidades en forma de lesiones, falta de campo para entrenarse "y otras muchas circunstancias" que se dieron desde su llegada.

"Sin ir más lejos en Granada se lesionó Alberto, que es un hombre importante para defender las jugadas a balón parado, y nos hacen dos goles en saques de esquina y ahí es donde perdemos", matizó.

"Yo apostaría por la lealtad de todos los jugadores, porque además los trajimos o los renovamos nosotros, así que tienen que estar agradecidos de estar en un club serio como éste", recalcó. "Ha habido jugadores con lágrimas en los ojos cuando me he despedido de ellos".

Burgueña dijo que la Balompédica aún puede alcanzar la salvación. "Lo único que tiene que cambiar es que crean en ellos, que llegue un entrenador que les haga ver que pueden conseguirlo… y que cambie la fortuna".

"Yo siempre he creído en este equipo y salvo el partido en Granada, en todos hemos estado muy vivos, sin que nos haya afectado lo que sucedía una semana antes", insistió. "Lo que pasa es que llega un momento en el que te preguntas qué les dices, porque son quince partidos..."

El ya ex entrenador balono defendió su teoría de que la plantilla "está bien hecha y las bajas dadas son las correctas, aunque nos hayamos podido equivocar con algún jugador, pero todos los que hemos firmado venían avalados por su trabajo en Segunda B".

Sin embargo, el preparador vasco puso el dedo en la llaga cuando habló de que en la caseta hay "jugadores digamos tímidos. Falta ese jugador competitivo. Son buenos chavales, pero para competir necesitamos gente con algo más de …".

"De todas formas yo volvería a hacer el mismo equipo", recalcó. "Y volvería a intentar que jugásemos de la misma forma. No puedo cambiar, me gusta que mi equipo juegue al fútbol pero así no ha podido ser e igual es necesario que venga otro para que practique un fútbol más directo, más de segunda jugadas, más de Segunda B".

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