Final · Holanda- España

Del Bosque, ante su gran día

  • El hombre que ha llevado a España a su primera final del un Mundial no quiere grandilocuencias ni exageraciones.

Fiel a sí mismo, y aunque España  esté rozando la gloria, Vicente del Bosque no quiere grandilocuencias ni exageraciones: su fórmula antes de la gran final del Mundial bien puede resumirse en independencia, justicia e internet. 

Mientras sus jugadores esperan a Holanda con música, play-station,  internet, juegos de cartas y "algún que otro libro", Del Bosque vive conectado a España y al mundo, buceando con habilidad en las  profundidades de la red. 

"En mi tiempo libre normalmente me enrollo con internet", admitió el seleccionador español durante una entrevista esta semana en  la sede de la concentración española. "Me comunico con alguien, leo  noticias..." 

Relacionar a Del Bosque con google o skype puede sonarle extraño a algunos si se piensa en su oronda figura de recio castellano de  Salamanca. Al borde de cumplir los 60 años, Del Bosque y las nuevas  tecnologías podrían ser antitéticos. 

Nada de eso: el hombre que tiene a España a un paso de su mayor  gloria deportiva pasó un mes entero en la muy calma Potchefstroom  poniendo a punto a sus jugadores, ejerciendo de moderador de las  ansias de jóvenes tan talentosos como millonarios, comunicándose con  los suyos a 10.000 kilómetros de distancia y, durante horas y horas,  revisando lo que la prensa escribía de él y su selección. 

"Os tengo más o menos controlados", dijo con una sonrisa Del  Bosque. "Veo que un día filtráis esto, y luego contáis lo otro, una  historia aquí, otra allí..." 

"Me gusta mucho leer y escuchar. Si hay una virtud de un  entrenador, es saber escuchar. No soy de esos que dicen que no lee  nada. Leo, entiendo y lo filtro. La crítica la entiendo  perfectamente". 

A Del Bosque, la antítesis de Diego Maradona, le preguntan con  frecuencia por su estilo moderado, por la razón de que no festeje los  goles. 

"La del entrenador es siempre una alegría contenida, porque  alrededor también hay gente que no es feliz del todo", dijo durante una entrevista en la Copa Confederaciones 2009. 

"Hombre, hay 11 que juegan, 15 que no juegan... Fíjate si eso no  es crueldad", añadió el ex entrenador del Real Madrid. 

Con hombres como Cesc y Silva, claves en otro momento, relegados a  un papel marginal en Sudáfrica 2010, la frase tiene perfecta  actualidad. 

Sabe que la derrota cambia por completo el panorama, pero Del  Bosque confía en mantener su estilo calmo, en no alterarse nunca por  una crítica, aunque la considere injusta. 

"Espero no sacar los pies del tiesto en ningún momento. No quiero  fieles ni leales, por encima de eso debe estar la independencia de  cada uno, que escriban en función de lo que ven". 

Su rostro se mantiene serio cuando se le pregunta si esa  "libertad" que reconoce a los periodistas se extiende incluso a Luis  Aragonés, su predecesor en la selección y muy crítico como  comentarista de la cadena Al Yazira con el juego del equipo durante  los primeros partidos del Mundial. 

"Sí, sí claro. También". 

La placidez de su discurso y el perfil bajo que cultiva no le  evitan enemigos a Del Bosque. 

"Alguno habrá. Alguno hay, alguno hay, sí, sí. En fútbol es  difícil cambiar las opiniones que se tienen sobre algunas personas.  Muy difícil. Ya puedes hacer lo que quieras, que como tengas una idea  sobre uno será difícil cambiarla". 

A del Bosque le da relativamente igual. Tiene entre ceja y ceja  ganar el Mundial, claro, pero el fútbol, dice, es más que eso. 

"No todo en la vida es un resultado. También está transmitir una  cierta ética, una cierta moral".

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