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Boca, campeón con crítica

Boca Junior celebra el título de campeón de la Liga Argentina tras empatar a dos ante Gimnasia en La Plata.

Boca Junior celebra el título de campeón de la Liga Argentina tras empatar a dos ante Gimnasia en La Plata. / ramiro gómez / efe

Boca Juniors festejó el pasado miércoles el bicampeonato del fútbol argentino, pero a pesar de ese dominio no pudo escapar de las críticas y a un estado de crisis que oscureció en parte la celebración de la conquista.

Con su empate 2-2 ante Gimnasia y Esgrima de La Plata, Boca sumó el punto que le faltaba para coronarse campeón argentino por trigésimo tercera vez (título 27 desde que se instauró el profesionalismo en 1931) y aseguró así el segundo torneo de forma consecutiva. Si algo caracterizó a Boca a lo largo de su historia fue la comunión con sus hinchas, incondicionales a los colores más allá de resultados y estilos de juego. No obstante, el equipo conducido actualmente por dos ídolos xeneizes como Guillermo Barros Schelotto, como entrenador, y Carlos Tévez en el campo, lejos estuvo de enamorar a sus aficionados, pese a los resultados irreprochables en el torneo local.

Boca se encargó de autoflagelarse, como si no tuviese permitido disfrutar de sus propios logros. Desde su presidente, Daniel Angelici, capaz de filtrar a todos los medios las críticas privadas que le hizo al plantel después de perder la Supercopa argentina ante River, el clásico rival en Argentina, en marzo de este año. Tampoco faltaron los conflictos generados por los propios futbolistas. Segundos después de convertir un gol clave ante Talleres, en ese momento único escolta y principal adversario en la lucha por el título, el capitán, Pablo Pérez, celebró el tanto insultando a los aficionados en la tribuna. Y los integrantes del equipo también se involucraron en conflictos extradeportivos, como la denuncia a los colombianos Cardona, Wilmar Barrios y Fabra de dos mujeres que los acusaron de los delitos de privación ilegítima de la libertad, lesiones y amenazas.

Ni siquiera el técnico Barros Schelotto, ídolo de la afición por su pasado como jugador, pudo evitar las críticas. Y para colmo, la clasificación de Boca para los octavos de final de la Libertadores depende de lo que suceda en el duelo Palmeiras-Junior, lo que incluso puso en duda la continuidad del técnico. Así, Boca celebró un bicampeonato sin poder alejarse de las críticas.

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