El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, rindió tributo de admiración hacia la selección española por haber conquistado el título con un "fútbol de calidad" y calificó con un "9 sobre 10" la organización de Mundial de Sudáfrica.

"Felicito a España porque al fin hemos podido ver a un campeón hacer un fútbol de calidad, y mi enhorabuena a Sudáfrica porque ha demostrado su capacidad para organizar una gran competición", declaró.

Pero en sus declaraciones no todas fueron palabras de elogio. El presidente de la FIFA mostró su preocupación por la dureza que registró la final, Holanda-España: "No me corresponde hacer el análisis deportivo. Son los entrenadores los que deciden si juegan para ganar o para no perder. El Mundial destacó en el aspecto del Juego Limpio, pero el encuentro de ayer no fue lo que esperábamos en ese aspecto".

Con respecto a la actuación del árbitro inglés Howard Webb en la final, Blatter afirmó que "fue una tarea difícil para el trío arbitral, tampoco se les ayudó mucho". El suizo pretendió desviar la polémica sobre la actuación de los colegiados durante toda la competición alegando que "los errores arbitrales forman parte del fútbol. Es el aspecto humano del juego. Si se pudiera controlar de un modo científico, se acabaría el debate. Hay que aceptar los errores, tanto de los árbitros como de cualquier persona que interviene en el juego".

La polémica sobre este respecto siempre existió en el fútbol pero sí que es cierto que en el Mundial el debate se ha generalizado masivamente. Uno de los momentos más críticos de la competición fue el gol del inglés Frank Lampard que no fue concedido por el árbitro uruguayo Jorge Larrionda en el partido contra Alemania.

Por ello, Blatter recordó que el próximo día 21 de julio habrá una reunión en Cardiff (Gales) sobre el uso de la tecnología de meta y sus conclusiones serán examinadas por la IFAB (International Football Association Board) en octubre.

Con respecto al nivel de la organización, recordó que hace algunos meses puso una nota de 7,5 "y causó una cierta decepción en Sudáfrica, pero les dije que para aprobar un máster hacía falta un 8. Ahora tengo que calificar con un 9 sobre 10. Y no pongo la nota máxima porque la perfección no existe en el mundo y tampoco en el Mundial".

Interrogado por los problemas del Mundial de Brasil 2014, Blatter pasó la palabra a su secretario general, Jerome Valcke, quien reconoció que "hay que construir estadios, aeropuertos, carreteras, pero vamos a hacer todo para asegurarnos de que todo esté listo".

Valcke aprovechó también y elogió el trabajo de los responsables de seguridad en el Mundial de Sudáfrica. "Felicitamos a la Policía porque no ha habido ni un solo incidente, ningún riesgo que lamentar".

Blatter rindió homenaje al ex presidente sudafricano Nelson Mandela, el hombre que fue quien trajo el Mundial a Sudáfrica, según aseguró el suizo. "Él nos dijo hace años que tenía un sueño: que el Mundial viniera a Sudáfrica. Él fue quien lo trajo. En la ceremonia de apertura no pudo estar porque estaba reciente la muerte de su biznieta, pero en la clausura, su presencia fue un momento muy especial", concluyó.

Este Mundial se cerró con estadísticas llamativas: 2,27 goles por partido, tan pocos como no sucedía desde la avara Italia 90, por otra parte la cifra de tarjetas amarillas por encuentro fue la menor en 20 años, 3,8 tarjetas.

Pero Blatter prefirió cerrarlo de otra manera, se quitó todo el fútbol de encima y se abrazó a la figura del mayor símbolo de Sudáfrica, de todo un Nobel de la Paz dedicándole palabras de admiración. "Ese hombre tenía el sueño de traer el Mundial de fútbol a su país. Quiso estar en la ceremonia de clausura y ver que su sueño se había hecho realidad. Con este momentum quiero cerrar el Mundial. Quiero rendir tributo al humanismo, él es el humanista más destacado del mundo: Nelson Madiba Mandela".