El nuevo BM Ciudad de Algeciras ha cosechado este sábado una más que predecible derrota (20-28) a manos del Palma del Río en encuentro de la novena jornada del grupo F de la Primera Nacional. La Federación obligó a jugar a los de Alejandro Ledesma después de 18 días sin ejercitarse por culpa de un brote de coronavirus que afectó a 21 de los integrantes del plantel y con solo dos días de entrenamiento y el equipo lo pagó a pesar de dejar sobre la cancha del Juan Carlos Mateo una imagen más que digna.
El Ciudad de Algeciras del futuro, ése desprovisto de todos sus jugadores veteranos, ha viajado en el tiempo y ha jugado este sábado. Es verdad que ha perdido, pero eso no es lo más importante. No ha habido lesiones , que era un riesgo manifiesto, y los chavales plantaron cara a un rival que seguramente hubiese sufrido y mucho para salir airoso en caso de que los algecireños hubiesen podido preparar el partido como es debido. Lo particular de la situación quedó reflejado en el hecho de que los jugadores de casa evolucionaban con mascarillas y los visitantes, sin ella.
De hecho el Ciudad de Algeciras comenzó con fuerza (4-1) pero en el ecuador del primer tiempo los cordobeses voltearon el resultado y ya marcharon siempre por delante.
En el tramo final, entre que las fuerzas no daban para más y que el técnico decidió dar minutos a los más imberbes entre los imberbes, la diferencias se ensancharon más de lo que merecían los dos equipos, pero esos minutos que atesoran ahora los juveniles darán, seguro, fruto más adelante.
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