La Unión Linense de Baloncesto (ULB) afronta este sábado (20:30) su último partido de 2018. Lo hará en San Fernando, en la pista del colista del grupo DB de la Liga EBA. Iván Torres y Sergio Gil siguen en el dique seco, mientras que vuelve Lucas Pérez, ausente en los dos últimos duelos para atender a sus obligaciones laborales. Carlos Pérez es más que duda, ya que el jueves se vio envuelto en un accidente de tráfico. El junior Álex García volverá a ser de la partida.

La ULB, que llega de lograr un triunfo en El Casar merced a una canasta in extremis de Cándido Matoso, precisa hacer buenos los pronósticos y enlazar una segunda victoria que le permita disfrutar del parón navideño con un balance de seis-seis, lo que se traduciría en mantener intactas sus opciones de meter la cabeza entre los cinco primeros al acabar esta fase inicial. O, lo que es lo mismo, supondría que se habría garantizado la salvación en pleno mes de febrero.

Dos prórrogas consecutivas, aunque resueltas con diferente suerte, parecen evidenciar que la ULB ha recuperado su capacidad de competir y en esta tercera jornada de la segunda vuelta tiene la oportunidad de dar un golpe en la mesa si es capaz de sumar un nuevo triunfo. Pero ojo que en contra de lo que señala la estadística no será tarea fácil. El 71-69 con el que se resolvió el partido de ida advierte del peligro de un exceso de confianzas.

El preparador de los de La Línea, Vicente González, asume que los números señalan a su equipo como claro favorito, pero recela: “Se suele hablar de partido trampa, pero en este caso podríamos decir que es un partido multi-trampa, por muchos motivos”.

“Por un lado el San Fernando, aunque es colista, compite bien en casi todos los partidos y alguna vez van a lograr la primera victoria, que por lógica cada día está más cerca”, reflexiona el técnico malagueño.

“Y por otro todos sabemos que en estos últimos partidos antes de Navidad los jugadores de manera inconsciente se dispersan, porque están pensando en sus viajes y mientras a nosotros, como a casi todos los equipos, eso nos afecta porque tenemos jugadores de fuera, el San Fernando está compuesto por gente de casa y como muchos estarán pendientes de dónde van a cenar esa noche”, bromea.

El San Fernando, que ascendió el pasado verano, desempeña el papel de hermano pobre de la Isla, a la sombra de un Cimbis que está realizando su mejor campaña.

Con un equipo integrado en su totalidad por jugadores de su entorno, no tira la toalla y ya ha avisado a un par de rivales de su intención de dar una campanada. Sin ir más lejos, la pasada jornada nada menos que en Córdoba llegó a disfrutar de una ventaja de 12 puntos y acabó doblando la rodilla muy al final del último cuarto.