El pívot algecireño José María Balmón, que en pasado mes de febrero firmó por el Tortas del Casar, filial del Cáceres en la Liga EBA, se ha desvinculado del conjunto extremeño para regresar a Algeciras, donde disfruta de una oferta laboral al margen del deporte.

El Cáceres Patrimonio de la Humanidad siempre se esforzó en expresar que José María Balmón llegaba hace menos de un mes para jugar fundamentalmente en su filial, el Tortas del Casar (Liga EBA), pero también para ayudar en el primer equipo. Con la plantilla de Roberto Blanco (LEB Oro) entrenaba a diario y llegó a jugar un encuentro, ante el Leyma Coruña. Pues bien: el veterano pívot (en mayo cumplirá 38 años) ya se ha desvinculado de la entidad.

Balmón ya no disputó el último partido del Torta, el sábado en Málaga ante el Novaschool, y ha explicado para irse que ha aceptado una oferta laboral, fuera del mundo del baloncesto, que ya conocía con anterioridad, pero que en principio no iba a estar vigente hasta final de temporada.

En el periodo en el que ha defendido los intereses del filial cacereño tuvo especial protagonismo (13 puntos, siete rebotes) en el triunfo que éste cosechó en la última jornada de la fase regular ante el Córdoba, que propició que uno de sus exequipos, la Unión Linense (ULB) lograse el pasaporte para la fase de clasificación a pesar de su derrota en Huelva.

En sus tres partidos con el Tortas, Balmón había promediado 11 puntos y 7 rebotes.

El Periódico de Extremadura valora así su salida: “Probablemente no suponga un gran contratiempo para el Cáceres, que tiene otros cinco interiores disponibles (Dan Trist, Cole Huff, Angelo Chol y Bakary Konate y Johan Kody) en la complicada batalla por la salvación en la LEB Oro, que continuará el próximo sábado en la pista del líder, el Betis Energía Plus. Frente al Leyma Coruña llegó a anotar una canasta en los 3:13 que permaneneció en pista, aunque en ese lapso de tiempo el equipo sufrió un parcial negativo de nueve puntos en contra. Su relación personal con Roberto Blanco, siempre de máxima confianza, se remonta a la época en la que ambos coincidieron en Plasencia”.

“Su salida sí que puede dañar más al filial, necesitado de centímetros después de las bajas de Franco Acosta (lesión) y Almir Hadzisehovic (motivos personales) y también en las últimas posiciones del grupo de permanencia en la EBA. También se le pedía que fuese un mentor para los jóvenes del equipo, casi todos ellos menores de 23 años. Ahora los únicos pívots puros son Roberto Cubero y Khadim Fall”, agrega.