La Real Balompédica acude mañana a la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros para enfrentarse al Sevilla Atlético (11:30), en condiciones muy diferentes a las que precedieron el choque del pasado curso, más o menos por estas mismas fechas, ante el filial C. Aquel encuentro estuvo marcado por el anexo 4, conocido como el 'hoyo', campo en el que se disputó el duelo y fue protagonista porque no reunía las condiciones idóneas para un partido de categoría nacional. Aquel encuentro acabó con empate a dos goles.

Los albinegros saltarán mañana al campo principal de las instalaciones sevillistas en el que habitualmente juega sus partidos el primer filial hispalense. Éste cuenta con cómodos accesos, zonas habilitadas para la prensa, servicios a menos de 300 metros (distancia a la que se encontraban del anexo del 'hoyo') y un graderío capaz de concentrar hasta 7.500 espectadores, ideal para a buen seguro los muchos linenses que se desplazarán para ver a sur equipo, en estado de gracia, en la competición doméstica, en la que es líder en solitario tras la tercera jornada.

Pero esta vez lo que más preocupa en el seno albinegro de su visita a Sevilla, no es el estado del campo ni las instalaciones, es el abrumador calor previsto para mañana en la capital y que ya lleva haciéndose eco en los días previos.

La ciudad de la Giralda está siendo sacudida desde hace días por unas fuertes temperaturas, las más altas desde de agosto, que dejan muy claro que el verano aún no ha finalizando ni mucho menos a orillas del Guadalquivir.

Está previsto que a medida que se vaya acercando la entrada de la próxima semana, las máximas irán disminuyendo a causa del cambio de la procedencia del viento (de suroeste a noroeste), aunque dicho cambio climatológico puede no llegar antes de mañana y que los albinegros tengan que enfrentarse, además de al Sevilla Atlético, rival de los más duros de la categoría esta campaña, a temperaturas por encima de los 35 grados al llegar el mediodía.