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La Balona decide mirar hacia arriba (1-2)

  • Los albinegros remontan un marcador adverso, comienzan el decisivo mes de febrero con un triunfo a domicilio y duermen a un solo punto de la fase de ascenso. Los linenses, superiores al San Roque de principio a fin

La Balona comenzó el mes de febrero, que se antoja decisivo, dando un golpe sobre la mesa y demostrando que, pese las dudas generadas tras su abultada derrota en El Palmar de Sanlúcar, está decidida a pelear por estar en la fase de ascenso. O al menos, por intentarlo. Los albinegros -que desde ese nefasto día enlazan tres jornadas sin conocer la derrota- remontaron un tanto adverso merced a dos goles del tarifeño Juampe Rico, que definitivamente atraviesa un estado de gracia. Los visitantes acabaron el partido con once jugadores de la comarca sobre el césped, de los que nueve son naturales de La Línea, algo al alcance de muy pocos conjuntos no ya en esta categoría de bronce, sino en ninguna otra. El técnico, Rafa Escobar, que el viernes dejó fuera de la convocatoria a Ocaña y Copi -entre otros- no sólo salió ileso de una apuesta que muchos consideraron temeraria, sino reforzado en su postura.

A pesar de que se vieron por detrás en el tanteador por culpa de un error aislado, los de la Línea estuvieron una velocidad por encima de su rival tanto en la presión que ejercían cuando el enemigo tenía el balón como en llegada, demostrando en todo momento una gran solidez defensiva ante un rival que se mostró muy gris. O al que no dejaron mostrarse de otra manera.

La primera parte no fue precisamente brillante. Fueron cuarenta y cinco minutos carentes de fútbol por ambos lados. Apenas hubo oportunidades claras de gol ni control del juego, porque los dos conjuntos, conscientes de la importancia de los puntos, jugaban a estudiarse, con muchas precauciones.

Antes de cumplirse la primera media hora de juego, un error del veterano central visitante Carlos Guerra, al que el viento le jugó una mala pasada, fue aprovechado por un atento Wilson Cuero para recuperar un balón y dar un preciso pase a Mustafa que cruzó el esférico de potente disparo sin que Mateo, muy certero toda la tarde, pudiera hacer absolutamente nada.

Los leperos se ponían por delante sin apenas haber reunido méritos.

Con el marcado en contra la Balompédica dio un paso adelante y apenas necesitó once para reestablecer la igualada. Juampe Rico engatilló un disparo que tras dar en un defensor se fue al fondo de la red.

Unos y otros, quizás cansados, firmaron una tregua en lo que restaba de primer periodo.

Tras el paso por los vestuarios, el encuentro se acabó en un minuto. El tiempo que la Balona precisó para consumar la remontada en el marcador. Un error del zaguero Juanma permitió a Juampe Rico hacerse con el balón tras un pase de Rubén Cuesta -undécima asistencia en la temporada del cordobés- regatear el guardameta local, Ricardo, y establecer el 1-2 que acabaría por ser el resultado definitivo.

A partir de ahí, el San Roque de Lepe desapareció por completo del terreno de juego. A los 60 minutos, Antonio Bello dispuso de la opción de liquidar definitivamente el enfrentamiento, pero no supo definir cuando lo tenía todo a su favor. La acción espabiló al conjunto aurinegro, que buscó el empate, pero el dominio, y lo que es más importante, el control del tiempo, continuó siendo visitante.

Diez minutos más tarde, Wilson Cuero dispuso de la mejor oportunidad de la segunda mitad para los de casa, pero la madera se interpuso en su camino, actuando de salvadora para los visitantes. Poco después los balonos reclamaron un más que posible penalti sobre el propio Bello que el colegiado no concedió.

Ni los cambios introducidos por el San Roque de Lepe a lo largo de la segunda mitad consiguieron alterar el signo del encuentro ya que los locales apenas dispusieron de ocasiones de gol. Ni tampoco parecían tener capacidad para generarlas.

La Balompédica, muy bien asentada, se dedicó a labores defensivas y a tratar de sorprender a su rival al contragolpe, pero ni volvió a tenerlas claras si el cancerbero Mateo volvió a pasar situaciones de riesgo.

Las sustituciones que realizó Rafa Escobar, dando entrada a Juan Ayala, Ezequiel y Javi Gallardo ya en los últimos compases para ganarle segundos al cronómetro, propiciaron que en el partido acabase con nueve linenses en el campo y once jugadores del Campo de Gibraltar sobre el césped. Un dato relevante para una Balona que decididamente no quiere rendirse y está decidida a pelear por todo. Y todo es volver a pelear por el ascenso. De hecho, duerme a sólo un punto de los puestos de liguilla y, lo que es más importante, ha recuperado la autoestima.

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