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Balona y Puerto Real empatan para unos pocos

  • Entretenido Los albinegros firman su séptima jornada sin perder, en un duelo vistoso y ante un rival con muchos argumentos, pero ante poquísimo público Cronología Sergio Berro (38') adelanta a los visitantes y David Hernández, en posible falta, iguala (76')

Casi nunca las cosas son para siempre. La Balompédica prolongó ayer hasta siete el número de jornadas sin conocer la derrota, pero, eso sí, lo hizo a costa de firmar tablas con un Puerto Real descarado, preñado de argumentos y muy bien trabajado en el aspecto defensivo. Los de casa se hicieron acreedores al triunfo porque disfrutaron de más de media docena de ocasiones manifiestas que no supieron convertir, pero el empate, a tenor del fútbol desplegado por unos y otros y por la impronta que dejó el conjunto visitante, no se antoja, ni mucho menos, un resultado injusto.

El partido estuvo condicionado por las decisiones del preparador local, Rafa Escobar, que se quedó sin igualar su mejor marca en ese banquillo, la de seis triunfos en serie, que data de noviembre de 1998.

Convencido de que ante una semana con tres jornadas la Balona precisaba de rotaciones, el cordobés mantuvo en el eje de la zaga a Alberto Merino y dio cabida a Antonio Merino en el costado zurdo de la retaguardia, pero a que un día antes se les consideraba descartados. El estado de salud de la madre del primero, abuela del segundo, empeoró notablemente y ambos tuvieron que ser relevados en el intermedio. Y lo peor es que el banquillo tampoco había sido concebido para esa más que posible adversidad, de manera que no le quedó otra que hacer un apaño sobre la marcha.

Por encima de todo Balompédica y Puerto Real ofrecieron un partido infinitamente más respetuoso con el balón de lo que suele destilar esta rácana Tercera división. Algo que agradeció la grada, preocupante y sorprendentemente huérfana de espectadores. No se sabe si fue la hora, el frío, la media jornada económica o que la afición le ha vuelto definitivamente la espalda al equipo, pero lo cierto es que, sobre todo la preferencia, daba penita mirarla.

Los locales salieron muy enchufados, le metieron mucho ritmo y en los minutos tres y once Juampe y Alberto Merino ya estuvieron a punto de hacer el uno-cero.

Los de casa controlaban el tiempo del partido, pero poco a poco el conjunto visitante, incisivo en su planteamiento y con varios efectivos dotados de muchísima calidad, empezaba a asomar las uñas. El combate degeneró en un intercambio de golpes hasta que en el 38', en una jugada gestada con una exactitud propia de un quirófano Selu envió un centro perfecto al área para que Sergio Berro convirtiese el 0-1 con un remate exquisito.

Los de casa regresaron del vestuario con una profunda metamorfosis. La compasión del banquillo forzó a Escobar a cambiar la posición de hasta seis futbolistas y poco después del comienzo David Navarro, que había empezado en una banda, asumió el mando desde el mediocentro, mientras el recién llegado Marcos, que jugó en varios puestos pero no en el suyo, pasaba mucho más que desapercibido.

Fue un hecho decisivo. Navarro se echó el equipo a la espalda y aunque pausado, el juego de los de casa mejoró muchos enteros, pero el equipo de casa se estrellaba una y otra vez en la retaguardia puertorrealeña que, sobre todo por el centro, ganaba la batalla.

Los de casa se resistían a lanzar la toalla y en el 66' Ezequiel desperdició una clara opción bajo palos. A renglón seguido el ex balono Issac replicó con una excelente parada a un disparo de Javi Catalán, que aprovechó para reivindicare después de varias semanas muy difíciles.

En el 75' David Navarro botó un córner y David Hernández cabeceó el tanto del empate. Los visitantes reclamaron con insistencia que se había apoyado en un defensa, lo que es más que probable que sucediera.

En el tramo final, con los balonos viendo cómo se le encendía la reserva, los dos equipos asustaron. Pero la Balona tuvo a su alcance el triunfo en el 92. Después de un rechace apurado de Isaac en un remate de David Hernández el esférico quedó a los pies de David Navarro con todo el marco para él. Incomprensiblemente remató fuera.

La Balona espera el Clásico del miércoles en puestos de liguilla tras un empate con mucha sustancia ante uno de los rivales más cualificados que han pasado por el Municipal en lo que va de temporada. No es mal equipaje para un duelo con tanto atractivo.

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