Dos acciones de Saúl Ñíguez, primero un golazo desde 30 metros y después un buen centro que originó el 2-0 de Diego Costa, y un tanto de Koke acomodaron el pase a cuartos de final de la Liga Europa del Atlético de Madrid, superior siempre a un Lokomotiv Moscú al que derribó con pegada y una victoria práctica.

No era una acción aparentemente inquietante para el Lokomotiv cuando Saúl Ñíguez agarró la pelota en medio campo, regateó a un rival, condujo la pelota y, al no ver a nadie, se preparó un zurdazo desde 30 metros luego inalcanzable para el guardameta, que se estiró, pero ni siquiera rozó el sensacional tiro.

No cambió nada para el rival con el 1-0. No le parecía quizá al Lokomotiv un mal resultado para la vuelta en Moscú. Griezmann pudo hacer el 2-0 al rematar solo un centro perfecto de Saúl Níguez. La ágil respuesta de Guilherme evitó el gol a la primera, pero ahí estaba atento Diego Costa para aprovechar el rechace al 1.34 minutos de la reanudación para acomodar la ventaja del Atlético, mucho más con el 3-0 de Koke, asistido por Juanfran, en los instantes finales del duelo.

Y todo sin Godín ni Oblak. La portería fue para Axel Werner, que apareció en competición de repente. Hasta hace nueve días, cuando Moyà selló su traspaso a la Real Sociedad, era el tercer portero, ajeno a casi todas las convocatorias sin un solo partido oficial, con sólo 30 minutos en un par de amistosos... Hasta este jueves, cuando irrumpió en la titularidad, con todo lo que conlleva suplir una baja de tal magnitud como la de Oblak, fuera por unas molestias musculares en un glúteo sumadas a una contusión en una mano. Un contratiempo serio que el meta argentino, con 22 años recién cumplidos, solventó sin sobresaltos.