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Antón alcanza su premio

  • El vasco se corona en casa con un triunfo de etapa meritorio tras poder con sus rivales de escapada · Cobo mantiene la distancia con Froome en su liderato

Igor Antón (Euskaltel) alcanzó su sueño dorado en Bilbao al imponerse en su casa y ante su afición en la decimonovena etapa de la Vuelta, de 158,5 kilómetros, que partió de Noja, en la que Juan José Cobo (Geox) asestó un golpe casi definitivo a su triunfo final.

Antón, de 28 años, resucitó el día D y a la hora H, en un momento especial para él y su equipo. Después de 33 años de ausencia de la Vuelta en el País Vasco, apareció el líder del Euskaltel para poner rúbrica a la fiesta del ciclismo y vivir una realidad que no se imaginaba: alzar los brazos en la Gran Vía de Bilbao como ganador de etapa.

Un remate emotivo para una etapa preparada a conciencia por la escuadra vasca. Su director, Gorka Gerrikagoitia, dejó claro a sus hombres en Noja que había que meter en la escapada a Antón junto a un compañero fuerte. Y así lo hicieron. Fuji entró en la avanzadilla junto a Gorka Verdugo, eliminó a sus rivales en la segunda subida a El Vivero y en medio de una marea naranja se abrió paso hasta la recta final.

Allí disfrutó del éxito con antelación. Miró atrás, no venía nadie. El más cercano era el italiano Marzio Bruseghin, a medio minuto, luego estrechó la mano del patrón Miguel Madariaga, que viajaba en el coche del equipo, y ya entró a saborear una victoria cargada de simbolismo.

La locura de Antón contrastaba con la serenidad de Juan José Cobo. El Bisonte blindó el maillot rojo de manera casi definitiva. La etapa le salió redonda. Evitó que su rival, Christopher Froome, recortara tiempo con las bonificaciones y respondió a los ataques del nuevo jefe de filas del Sky en el ascenso a El Vivero, pegándose como una lapa a su rueda.

Con el Euskaltel animando la carrera desde el inicio de la etapa, el Sky de Froome tuvo dos versiones. En la primera subida al alto vizcaíno amenazó con alcanzar la fuga, ya que recortó la diferencia de 4 a 2 minutos. El sueco Thomas Lovkvist tiró del pelotón a ritmo brutal, pero las fuerzas remitieron. La escuadra británica redujo el ritmo en espera de que Froome soltara sus cartas, lo que hizo a un kilómetro de la cima. Demasiado tarde. Cobo se soldó a su rueda y entraron en meta los dos juntos a 1.33 de Igor Antón. El último duelo se aplaza para la etapa Bilbao-Vitoria, separados por 13 segundos.

Regreso feliz de la Vuelta al País Vasco tras un eclipse de más de tres décadas. El despertar fue feliz, un sueño redondo para la familia naranja del Euskaltel. Antón sucedió al asturiano Enrique Cima, último ganador en Bilbao, en 1978. Un triunfo "inesperado" para el líder del equipo, que llegó a Benidorm con la idea de ganar la Vuelta.

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