Algeciras CF

La alargada sombra de Solferino

  • El Algeciras asegura que va a por un delantero de garantías después de que la afición se haya revuelto por la llegada a prueba de un desconocido

El delantero Travis Bowen, en el entrenamiento de ayer con el Algeciras CF

El delantero Travis Bowen, en el entrenamiento de ayer con el Algeciras CF / Jorge del Águila

La sombra de Damián Solferino es alargada en el Algeciras CF. El club del Nuevo Mirador anda tras los pasos de un delantero centro y entre la afición cunde cierto pánico a que se vuelva a repetir lo del invierno pasado cuando la directiva malgastó su esfuerzo en un futbolista que pasó prácticamente desapercibido... en una decisión que quién sabe si costó la suerte en el playoff de ascenso a Segunda B.

Por lo pronto, el Algeciras acaba de sumar a un futbolista a prueba durante esta semana, el estadounidense Travis Bowen, de 29 años, un delantero avalado por la Academia Internacional de Almuñécar, pero desconocido en la categoría y más aún en el grupo X de Tercera división.

La hinchada albirroja, siempre ávida de noticias, encendió sus alarmas tras conocer la llegada (a prueba) de un jugador que encaja en un perfil que no gusta demasiado entre los seguidores. 

La parcela deportiva del Algeciras sostiene que el californiano Travis Bowen solo ha venido para que el cuerpo técnico lo pueda ver en directo estos días y remarca que no es el objetivo marcado para apuntalar el ataque del equipo de Javier Viso.

La mayor parte de la afición confía en que el Algeciras haga un fichaje de peso, con recorrido contrastado en la categoría y sin extravagancias. Nada de experimentos con gaseosa o florituras de YouTube, como ocurrió con el mencionado Solferino en el último mercado de invierno. Se trata de aprender de lo que se hizo mal en el pasado.

El perfil, por tanto, del ‘9’ deseado se debe asemejar al que ya hay con Antonio Sánchez, quien ha demostrado ser un artillero fiable y un delantero de los que marca las diferencias sobre el terreno de juego. Esa y no otra debe ser la aspiración de un club que se ha propuesto pelear a brazo partido por la primera plaza del grupo con filiales voraces como Betis, Córdoba y Cádiz.

Lo que pasó con Solferino fue un caso que el algecirismo aún no se termina de explicar. El punta argentino aterrizó a sus 34 años con una vasta trayectoria por equipos de las divisiones inferiores de su país y algún que otro escarceo por Europa. José Antonio Asián no tuvo feeling con el ariete porque apenas le dio bola y cuando se la dio mejor que no lo hubiese hecho.

Es verdad también que casi todo el entorno se excedió a la hora de juzgar a un futbolista que seguramente fue el menos culpable de los implicados en su fichaje a la desesperada.

Los tiros sobre el defensa central pretendido por los albirrojos van por el mismo sitio que con el delantero. El Algeciras quiere dar en el blanco de la diana con estos dos movimientos y más le vale porque también debe solucionar la situación con Rafa Melo, que ha solicitado la baja para firmar por un equipo que le ofrece un trabajo estable.

Las aguas en La Menacha, ya se sabe, tienden a ponerse turbias con excesiva facilidad. Y a todo esto, el domingo visita el Nuevo Mirador el Betis Deportivo.

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