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Algeciras, sólo un milagro te salva

  • Desmoralizado El equipo algecirista, incapaz e impotente, enlaza ante el Águilas su undécima jornada sin ganar Reincidente Los dos goles los recibe otra vez a balón parado

Siempre ponen la misma película en el Nuevo Mirador. Desespera, porque además es una de esas que acaba mal. El Algeciras, presa de un estado de profunda depresión que potencia sus errores y esconde sus virtudes, enlazó ante el Águilas su undécima jornada sin conocer la victoria, lo que lo coloca como el más firme candidato al descenso, recién atravesado el ecuador de la competición. Otra vez hincó la rodilla tras fallar en jugadas de estrategia, otra vez empezó bien y otra vez se descompuso después de que el rival se adelantara. Otra vez cometió errores infantiles en defensa, otra vez sudó la gota gorda para acercarse a la portería contraria, otra vez todo lo que quieren.

Hace ya tiempo que la palabra más oída en la grada de La Menacha es ruina. Se ha convertido en una especie de amargo saludo entre los seguidores algeciristas, que la pronuncian y esbozan una muesca como queriendo decir que el suplicio tiene que terminar algún día. Que aquí se ha vivido esto antes y no hay mal que cien años dure. Es el único consuelo que queda en un club destrozado por dentro y por fuera, desolado por una crisis económica e institucional eterna e incapaz de darse una alegría en el césped.

El Algeciras se plantó bien ante el Águilas y mantuvo el esperanzador cero a cero durante toda la primera parte pese a un lanzamiento de Honorio (12') que despejó, oportuno, Javi Cuadra. Pero cuando en el minuto 53 Abel lanzó un saque de esquina y Hernández marcó de cabeza con la zaga local y el portero mal colocados el cielo se le cayó sobre la cabeza. Ya nada fue igual.

Antes había inquietado con un hiperactivo May (en el 33' estuvo a punto de sacar renta de un error de Raúl Hernández), pero la realidad es que el Algeciras no tuvo opciones de ganar ayer.

El entrenador local, José Luis Montes, dio entrada a un delantero, Manu Barreiro, y cambió el dibujo para obligar a su equipo a venirse arriba, pero ni por esas. Antes Manuel Ángel, que jugó enfermo, se había retirado también, por Alexis. Como si nada.

El Águilas, que siempre dio la sensación de jugar con una marcha menos porque tampoco tenía necesidad de forzar, pasó unos minutillos apurados, pero pronto se sintió cómodo. Con el control.

No hubo demasiadas ocasiones, porque al Algeciras le costaba llevar la pelota hasta Manu, como antes hasta Ortiz, pero no frenar a los visitantes. En realidad la defensa albirroja lo hizo todo bien, menos cuando no lo hizo, y le costó la derrota.

En el minuto 83' un espléndido contraataque del Águilas lo culminó el ex algecirista Abel con un pase magnífico que Aaron transformó de cabeza en el 0-2. Campana y se acabó. Con el partido decidido aparecieron Francis Flores, Manu, Ortiz, que pudieron haber maquillado el marcador, pero ni eso.

Entre resignado e impotente al algecirismo sólo le queda ya la asamblea del día 18 para que Verdejo entre y refuerce a un equipo que necesita algo más que un retoque. Aun así nadie puede garantizar que esta temporada la acabe en Tercera división. Tal angustia provoca la palabra que ayer casi nadie saboreó el debut de otro canterano, Ángel, que además gustó mucho. No está el panorama ni para noticias tan agradables.

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