Fútbol | Tragedia

Las autoridades rebajan a 125 los muertos en los disturbios por un partido de fútbol en Indonesia

  • Los hechos sucedieron después de que 3.000 aficionados del Arema irrumpieran en el campo tras la derrota en un partido contra el Persebaya Surabaya

Una captura de pantalla de los actos violentos en un partido de fútbol en Indonesia.

Una captura de pantalla de los actos violentos en un partido de fútbol en Indonesia. / M.G.

Las autoridades indonesias han rectificado por un error de recuento la cifra de muertos en la tragedia ocurrida en el estadio de Kanjuruhan, en la región javanesa de Malaing, donde han muerto al menos 125 personas por una invasión de campo y la posterior estampida humana provocada por la respuesta policial durante el encuentro que disputaban el Arema FC y el Persebaya Surabaya.

El exceso de muertos se debió a que algunos cuerpos fueron contados más de una vez, ha explicado el jefe de la Policía nacional, el general Listyo Sigit Prabowo.

"Según la verificación de la unidad de identificación de víctimas de desastres de la Policía y la oficina de Salud, el número de fallecidos es de 125", ha puntualizado.

Así lo confirmó el vicegobernador de la provincia de Java Oriental, Emil Dardak, en declaraciones a los periodistas al actualizar la situación sobre el duro enfrentamiento entre hinchas y la Policía, que usó gases lacrimógenos, tras un partido la noche del sábado en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang.

El brote de violencia se produjo después de que cerca de 3.000 aficionados del equipo Arema irrumpieran en el campo tras la derrota 2-3 sufrida ante el rival Persebaya Surabaya y chocaran con las fuerzas de seguridad, que a su vez utilizaron gases lacrimógenos en un intento de dispersar la multitud.

Según explicó el jefe de policía de Java Oriental, Nico Afinta, la mayor parte de las muertes se produjo a raíz de la estampida de los aficionados y muchos fallecieron asfixiados mientras intentaban abandonar el estadio.

"Se volvió anárquico. (Los hinchas) comenzaron a atacar a los oficiales, dañaron los coches”, dijo Afinta en una rueda de prensa, y agregó que la aglomeración ocurrió cuando los asistentes de la partida huyeron hacia una puerta de salida.

Esta ya es considerada una de las peores tragedias en la historia reciente del fútbol mundial.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, expresó "sus más sentidas condolencias" y anunció que ha determinado "una evaluación exhaustiva de la ejecución de los partidos de fútbol" y de "los procedimientos de seguridad para su celebración", así como una investigación para "averiguar a fondo" los sucesos en Malang.

Por su parte, el ministro de Deportes, Zainudin Amali, afirmó en declaraciones a la agencia Kompas que reevaluaría la seguridad en los partidos de fútbol y no descarta la posibilidad de no permitir espectadores en los estadios.

En la misma línea se manifestó el principal ministro de seguridad del país, Mahfud MD, quien afirmó en una publicación de Instagram que el Gobierno "ha hecho y seguirá haciendo mejorías" en la implementación de los partidos de fútbol.

Mahfud apuntó además que el estadio supuestamente superó su capacidad de público, ya que se habrían vendido unas 4.000 entradas más allá de su aforo.

Tras la tragedia, la Liga indonesia de fútbol fue suspendida.

Asimismo, el uso de gases lacrimógenos por la Policía fue criticado por algunas entidades internacionales, como Amnistía Internacional, que urgió a las autoridades indonesias a llevar a cabo una investigación "rápida, exhaustiva e independiente" y recordó que las normas de seguridad de los estadios de la FIFA prohíben el transporte o el uso de los llamados "gas de control de multitudes".

En imágenes y vídeos que circulan en las redes sociales, es posible ver a miles de personas corriendo hacia la cancha en el estadio de Malang, así como individuos desfallecidos, heridos y bolsas para cadáveres.

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