Mundial de Qatar 2022

La obra de arte de Messi en el Mundial de Qatar

Messi celebra uno de sus goles contra Croacia.

Messi celebra uno de sus goles contra Croacia. / Alberto Estévez | Efe

Lionel Messi ya ha dejado su legado para la historia de los Mundiales. Después de muchos goles, de grandes partidos y también de muchos sinsabores, el astro argentino protagonizó el martes en la semifinal contra Croacia una de esas jugadas que se registran en las videotecas y se suelen repasar cada cuatro años de forma obligatoria y también en los periodos entre un torneo y otro.

Minuto 69 de una semifinal en la que ni siquiera estaba siendo el principal protagonista, porque ese honor, hasta ese instante, le correspondía a su compatriota Julián Álvarez, un futbolista que milita en el Manchester City después de su traspaso desde el River Plate, que se había entretenido en marcar un gol y fabricar el penalti que prácticamente aseguraban el pase argentino a la final de este Mundial de Qatar. Pero Messi es Messi y la chispa siempre puede saltar en cualquier momento.

Estaba siendo un torneo en el que el pequeño futbolista de Rosario estaba brillando mucho más por su clarividencia a la hora de ver el fútbol, por sus pases, que por sus jugadas desequilibrando a rivales. Sin embargo, en ese minuto 69 la pelota le llegó a Messi en la banda derecha y a partir de ahí surgió la magia.

El actual futbolista del Paris Saint Germain recibió el balón prácticamente en el centro del campo tras un toque en corto del propio Julián Álvarez, encaró a Gvardiol con muchos metros por delante, pero no dudó en retar en velocidad al central croata que milita en el Leipzig. El futbolista con la careta fue capaz de recortarle la carrera y obligó a Messi a recortar hacia atrás cuando ya estaba cerca de la línea de fondo, pero ahí volvió a surgir un nuevo chispazo.

En lugar de pasar el balón hacia un compañero hacia atrás, Messi decidió intentarlo de nuevo y recortó otra vez hacia la línea de puerta, dejó atrás un metro a Gvardiol y ya casi sobre la línea de fondo vio la llegada de Julián Álvarez para ponerle el balón atrás y que éste materializara el tres a cero con calidad también y haciéndolo fácil.

No le hizo falta siquiera ser el autor material del gol, ese honor le corresponderá de por vida a Julián Álvarez, pero la jugada de Messi, lógicamente, despertó la admiración de todos y pasará a la historia del fútbol que se forja a través de este tipo de certámenes universales.

No llegó a ser la obra de arte que firmó Maradona en México contra Inglaterra, pero sí pasará también a los anales de los Mundiales, algo que también hicieron en su día Pelé, Johan Cruyff o incluso Zidane.

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