Fórmula 1 | GP de Azerbaiyán

'Checo' gana la carrera más loca del año

  • El accidente de Verstappen hizo que todo se decidiera con una resalida

Verstappen pasa junto a la rueda trasera izquierda que ocasionó su accidente.

Verstappen pasa junto a la rueda trasera izquierda que ocasionó su accidente. / tolga Bozoglu / efe

Sergio Pérez (Red Bull) ganó el Gran Premio de Azerbaiyán, una carrera loca que se resolvió por primera vez en la historia con una resalida y a dos vueltas, después del accidente, a falta de cinco, de Max Verstappen (Red Bull), que perdió triunfo pero no liderato del Mundial gracias a la pifia del inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que se pasó de frenada en la primera curva cuando afrontaba la reanudación de la prueba.

Checo, nacido hace 31 años en Guadalajara (Jalisco), firmó una actuación brillante, primero en defensa de Verstappen, taponando a Hamilton, y finalmente salvando el triunfo para la escudería austriaca, que salió reforzada. Completaron el podio el alemán Sebastian Vettel (Aston Martin) y el francés Pierre Gasly (Alpha Tauri), en una carrera loca en la que Fernando Alonso (Alpine), que avanzó cuatro puestos en la reanudación, y Carlos Sainz (Ferrari) concluyeron sexto y octavo, respectivamente.

El mexicano firmó su segundo triunfo en Fórmula 1, igualando los dos de su compatriota Pedro Rodríguez -fallecido en accidente en 1971 en las 200 millas de Norisring-. Sumó su undécimo podio en la categoría reina, el primero con Red Bull y el tercero en la capital de la ex república soviética que rodean el Mar Caspio y las montañas del Cáucaso.

El monegasco Charles Leclerc (Ferrari), cuarto al final, salió desde la pole en una parrilla en la que, por primera vez desde el Gran Premio de Austria de 2016, las cuatro primeras plazas las ocuparon pilotos de cuatro escuderías diferentes, con Hamilton segundo, Verstappen en tercera posición y Gasly, cuarto.

En el arranque, Checo, que salió sexto, avanzó dos puestos tras adelantar a Sainz y Gasly. Y en la gran recta (2,2 kilómetros) de la segunda vuelta, Hamilton tomó el liderato tras rebasar al monegasco, superado también por Verstappen y Pérez.

La parada de Hamilton, en la vuelta 12, fue lenta, lo que aprovecharon los Red Bull para superarlo. Mad Max paró en la 13, una antes que Pérez; y ambos regresaron a pista por delante del inglés. El mexicano taponó a Hamilton en beneficio de su compañero, que comenzaba a abrir hueco. Pero después de una calificación como la del sábado, en la que ondearon hasta cuatro banderas rojas, ya se hacía esperar el coche de seguridad. Y éste apareció forzado por el accidente, en la vuelta 31, del canadiense Lance Stroll (Aston Martin), que aún no había parado y sufrió un reventón cuando rodaba cuarto.

Alonso aprovechó y cambió a neumático blando, para afrontar las últimas quince vueltas. En el relanzamiento, cuando la inmensa mayoría seguía con duros, Verstappen se fue y Checo siguió taponando con maestría las embestidas de Hamilton. Alonso pasó a Bottas y se colocó undécimo, dos puestos por detrás de Sainz, que rodaba en la zona de puntos que ansiaba el asturiano.

A falta de cinco vueltas, y cuando parecía que avanzaba firme hacia la victoria, enlazando vueltas rápidas, Verstappen sufrió un reventón en su rueda trasera izquierda, se estrelló y perdió una victoria que tenía en las manos.

Se generó entonces una total confusión. Tras decretarse la entrada del safety car, se ondeó la bandera roja, regresando todos los pilotos al pit lane. Finalmente se decidió una resalida desde parrilla a falta de dos giros, algo inédito en toda la historia. Hamilton, que por radio envió señales de prudencia, no se oyó a sí mismo, se pasó de frenada y se fue recto por la escapatoria.

Sainz mantuvo el octavo lugar y Alonso estuvo de nuevo genial, avanzando cuatro puestos para acabar sexto.

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