Año Cultural en Utrera

El Abate Marchena se acerca a sus paisanos en una biografía didáctica

  • Eva Díaz Pérez retrata en 'Vida y obra de un revolucionario' al ilustrado que dedicó su agitada existencia a la cultura y la libertad

Detalle del lienzo 'La revolución' (1685) de Eugenio Lucas Velázquez.

Detalle del lienzo 'La revolución' (1685) de Eugenio Lucas Velázquez. / Museo Nacional del Prado

Apareció en los Episodios Nacionales de Pérez Galdós y ocupa páginas en la Historia de los heterodoxos españoles de Menéndez y Pelayo, en la obra de Carpentier, Baroja y hasta en la de Pérez Reverte. Ahora la escritora sevillana Eva Díaz Pérez, tras investigar esas fuentes y los estudios canónicos de, entre otros, Juan Francisco Fuentes, aborda su figura con rigor histórico y aliento literario en el cuaderno biográfico Abate Marchena. Vida y obra de un revolucionario. Un volumen de 70 páginas que la autora presentó ayer en Utrera y del que se han editado 500 ejemplares que se distribuirán de forma gratuita para que sus paisanos conozcan mejor al fascinante personaje.

José Marchena y Ruiz de Cueto nació en noviembre de 1768 en Utrera (donde se celebra por todo lo alto su 250 aniversario con un Año Cultural) y falleció en la miseria en Madrid, en 1821. Se enfrentó constantemente a la Inquisición y en los púlpitos de las iglesias sevillanas se lanzaban sermones contra ese "hereje" al que todos llamaban, con sarcasmo, el Abate Marchena.

Según recoge Díaz Pérez, la vida de este poeta, ensayista, dramaturgo, periodista, traductor, erudito e historiador de la literatura española "atraviesa una época clave: el paso del Antiguo al Nuevo Régimen, una transición en la que él participó como polemista incansable, agitador y teórico de las ideas, primero de la Ilustración más avanzada y, más tarde, del liberalismo revolucionario cuyas ideas introduce de manera clandestina en España. Y eso sin olvidar su participación en el gran acontecimiento de ese tiempo: la Revolución Francesa. Fue un personaje que no dejó indiferentes a sus coetáneos".

El libro de Díaz Pérez deslumbra en su presentación, casi novelesca, de un intelectual ácrata que se formó en Sevilla y en Madrid pero al que Salamanca, donde estudió la carrera de Leyes, marcó definitivamente. Allí comenzó a leer literatura clandestina (Voltaire, Rousseau o Montesquieu, que traducirá al castellano) y conoció a profesores como Juan Meléndez Valdés y Ramón de Salas, que fueron grandes amigos suyos, o como Diego Muñoz Torrero, más tarde diputado liberal en las Cortes de Cádiz. Ese foco ilustrado, al que el Santo Oficio perseguirá pronto, estimuló la creatividad del Abate Marchena, que lanzó en Salamanca el primero de los periódicos con que quiso contribuir a formar la opinión pública siguiendo el ejemplo de su amigo Blanco White: El Observador, que aparece a finales de 1787 y tuvo seis entregas, alguna de ellas dedicada al papel reformador del teatro en el Siglo de las Luces. Célebre es su cuarta entrega, un hito literario donde planteaba un viaje imaginario a la luna en el que se encuentra con la sociedad de los selenitas. "Esa visita sirve al escritor para hacer una radiografía de la sociedad de su tiempo atacando especialmente a la intolerancia religiosa", prosigue Eva Díaz Pérez.

La también coordinadora científica del Año Cultural Abate Marchena propone así al lector de hoy un viaje en el tiempo por la España de la Ilustración, la Revolución francesa, el Directorio, la época napoleónica, la Guerra de la Independencia y el Trienio Liberal. Marchena murió el 31 de enero de 1821 en Madrid en extrema pobreza, tras haber dedicado su vida a la libertad y a la cultura.

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