Cómics

Poesía y color

  • 'Viaje imaginario' está compuesto por 450 páginas de acuarelas fechadas entre 1965 y 1995, pintadas por un mago de esta técnica, Hugo Pratt, y en un papel estupendo

Una ilustración de Corto Maltés realizada en acuarela por Hugo Pratt.

Una ilustración de Corto Maltés realizada en acuarela por Hugo Pratt.

A Hugo Pratt lo conocí en Córdoba en 1990, el año que se celebró una exposición suya en el Museo Taurino. De aquel evento conservo el bonito cartel de Corto Maltés posando en la calleja de las Flores y la aún más bonita carpeta de láminas de Corto en Córdoba, así como los dos álbumes que me dedicó en una sesión de firmas: Fábula de Venecia y La balada del Mar Salado.

El primero, cuando me llegó el turno y se lo tendí para que lo firmara, lo recibió con cierto agrado y se esmeró dibujando un bonito perfil de Venecia junto a la rúbrica. Pero, al ponerle el segundo sobre la mesa, me devolvió una cara de enfado, garabateó un manchurrón con forma de gaviota y ralló su firma medio disgustado. Supongo que pensó que había llevado dos álbumes para quedarme uno y vender el otro, y desde luego que he visto a aficionados transportar, literalmente, montones de cómics a las sesiones de firmas para que se los personalice el artista y poder especular luego con ellos. No es mi caso, ignoro si tendrán algún valor de mercado, pero, treinta años después, sigo guardando estos cómics como un tesoro.

Hablando después del evento con otros aficionados, a los que también les había gruñido Pratt aquella tarde, nos dio la impresión de que el genio italiano andaba de mal humor, y luego acabaríamos sabiendo por qué, pero esa es una historia para otra ocasión.El caso es que tengo sobre la mesa un ejemplar de Viaje imaginario, remitido gentilmente por Norma Editorial, y no sé cómo convencerles, con los tiempos que corren, para que reúnan los 60 euros que cuesta y vayan a comprarlo. Les podría decir que vale mucho más de lo que cuesta, o que es, sinceramente, uno de los libros más bellos que he leído (contemplado es una palabra más adecuada) en mucho tiempo, que está repleto de imágenes espectaculares, pura poesía visual, 450 páginas de acuarelas fechadas entre 1965 y 1995, pintadas por un mago de esta técnica, que el tomo tiene un formato enorme, un papel estupendo y la calidad de reproducción es sobresaliente, que contiene infinidad de imágenes exclusivas de Corto Maltés (y otros personajes), más textos y fotografías del autor, y no les estaría mintiendo, pero creo que no basta.

Lo que realmente quiero decirles es que el libro les hará felices. Porque pocos autores, como Hugo Pratt, son capaces de tocar tan rápida y profundamente esa fibra que nos conecta con el gozo y el placer de vivir. Como dice Giuseppe Mussari en uno de los textos introductorios: "No es de extrañar que el público de Pratt sea muy especial. Sus historias no se leen para pasar el rato, como ocurre con la mayoría de los cómics. Es una inmersión hasta el ensimismamiento en sus lugares y personajes. Por eso Corto Maltés no tiene lectores, sino seguidores apasionados de sus aventuras. O se le ama o se le ignora. No es una diversión ni un pasatiempo. En efecto, no nos representa a todos nosotros, sino que abre horizontes insospechados a muchos de nosotros". Háganme caso, cualquier otra cosa puede esperar, Viaje imaginario les enamorará.

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