cómics

Nieve en verano

Shôko Takano.

Shôko Takano.

El manga sigue siendo un universo inagotable para el lector occidental, y no hay año que no aparezca un talento desconocido que nos asombre o se recupere una figura histórica que nos deje ansiosos de enviar una nueva sonda a las profundidades del espacio nipón. De esto último, resulta reseñable el esfuerzo que está haciendo ECC por recuperar la obra de Kazuo Kamimura (Yokosuka, 1940-1986), maestro del mismísimo Jirô Taniguchi y dibujante de la conocida Lady Snowblood. Después de ofrecernos dos títulos tan jugosos como Historia de una geisha y el díptico El club del divorcio (ganadora del premio del patrimonio del Festival de Angoulême 2017), ha aparecido recientemente en librerías la hermosísima y terrible Una mujer de la era Shôwa, en la que Kamimura colaboró con el escritor Ikki Kajiwara.

Publicada por entregas en la revista Apache de Kodansha, en los números 7 a 23 de 1977 y 1 a 23 de 1978, esta joyita quedó inconclusa, pero contiene elementos argumentales más que suficientes para poder ser disfrutada como una novela gráfica en sí misma. El manga cuenta la historia de Shôko Takano, hija de un político contrario al sistema que, nada más comenzar, se suicida con un rito de seppuku, y de una bella geisha del barrio de Yanagibashi que es apaleada por la policía y muere en los bombardeos de Tokio de 1945. La niña comienza entonces su vida en la calle, enfrentándose a diario a la crueldad, la violencia y el desprecio de los personajes inmundos que pueblan la posguerra japonesa. Putas que se ajustician entre ellas, soldados estadounidenses que abusan de menores de edad, profesores y compañeras maltratadores en el reformatorio, esta es la fauna que retratan Kajiwara y Kamimura y que acaban convirtiendo a Shôko en una auténtica fiera, carente casi de emociones y maestra en el arte del lanzamiento de cuchillo. Pero más allá del horror, Una mujer en la era Shôwa es un canto a la vida y a la supervivencia, narrado con la ternura y la elegancia de un maestro de la narración gráfica. Un tebeo emocionante y excepcional.

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