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Mutatis mutandis

  • El éxito de La Patrulla-X se disparó, alcanzando más de ocho millones de ejemplares vendidos de un solo número, con la llegada de Jim Lee

En 1991, el universo mutante de Marvel estaba en plena ebullición. La Patrulla-X, Factor X, X-Force (surgida como continuación de Los Nuevos Mutantes), Excalibur, Lobezno y un auténtico aluvión de novelas gráficas, especiales y miniseries protagonizados por miembros de la franquicia inundaban el mercado. El patito feo de Stan Lee y Jack Kirby, La Patrulla-X, había regresado con fuerza a mediados de la década de los setenta y el guionista Chris Claremont, apoyado por el trabajo gráfico de Dave Cockrum, John Byrne, Paul Smith, John Romita Jr. y tantos otros, había logrado el milagro de convertir una modesta serie en todo un universo de ficción que batía récords de ventas. Y entonces llegó Jim Lee, el dibujante coreano, y el éxito se disparó hasta cotas imposibles: más de ocho millones de ejemplares vendidos de un solo número, el primero de X-Men, una cifra que sigue siendo la más alta de la historia del tebeo estadounidense.

En palabras de David Hernández Ortega, prologuista de Génesis mutante 2.0: "Los X-Men de Jim Lee son el triunfo de la forma sobre el contenido. La espectacularidad gobernando la narración, el dibujo por encima de la historia, lo nuevo por delante de lo viejo. Esto puede sonar un poco apocalíptico y superficial, pero evidentemente es una cara de la moneda, pues el firme trazo de trueno de este cambio vino acompañado de toneladas de talento gráfico, un talento puro y en bruto, capaz de crear una iconografía única pese a sus muchos imitadores, y que perdura casi treinta años después".

La Patrulla-X de 'Génesis mutante 2.0'. La Patrulla-X de 'Génesis mutante 2.0'.

La Patrulla-X de 'Génesis mutante 2.0'.

Lee se marchó enseguida, a probar suerte con sus propias creaciones (como los WildC.A.T.s) y a dejar su sello en varios arcos argumentales de Batman, entre otras cosas, y, por el camino, se llevó por delante al propio Claremont, que se bajó del barco con el tercer número de X-Men, después de década y media remando sin parar. Génesis mutante 2.0 recoge este hito comercial, los siete primeros números de X-Men, el epítome de una época, en una edición recoloreada digitalmente. No es el mejor trabajo de Claremont, pero sus tres guiones tienen aún el sello del patriarca mutante.

Puestos, ahora sí, a escoger su mejor trabajo, los hay que prefieren La saga de Fénix Oscura y los que se quedan con Días del Futuro Pasado, esas dos obras maestras del género de superhéroes dibujadas por Byrne (con tintas, claro está, de Terry Austin). La primera de ellas, sublime de principio a fin, acaba de regresar a librerías en la colección 100% Marvel HC, que tantas alegrías no está dando. Me pregunto si habrá alguien que no haya leído ya este momento irrepetible de la historia de La Patrulla-X, emocionante y dramático.

Si es así, aquí tienen la ocasión perfecta, en un cuidado tomo que incluye casi treinta páginas de extras, entre el prólogo, el final feliz primeramente previsto, la famosa entrevista con Jim Shooter, Louise Jones, Claremont, Byrne y otros, en la que se explica la concepción y desarrollo de la historia, la reproducción de unos cuantos originales y una galería de cubiertas de distintas reediciones.

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