La huelga en el sector industrial de la Bahía de Algeciras fue seguida, según los sindicatos, por casi el 100% de los trabajadores si bien se respetaron los servicios mínimos pactados en las grandes empresas de la comarca como Acerinox o Cepsa. Alrededor del 25% de los empleados acudieron a sus puestos de trabajo. En ambos casos, las plantillas fueron equiparables a la de una jornada festiva.

La mayoría de las empresas pertenecientes a la Asociación de las Grandes Empresas (AGI) no se libraron de los piquetes informativos en los cambios de turno, comenzando los primeros de madrugada. Se trataba de uno de los sectores básicos donde los sindicatos buscaron el éxito en la movilización y la puesta en escena. En la factoría de Acerinox, en Palmones, se vivieron momentos de tensión alrededor de las 6:00 horas, cuando los sindicalistas trataban de evitar que algunos trabajadores entraran en sus puestos. Hubo pequeños enfrentamientos, así como empujones y amenazas hacia los que querían ejercer su derecho al trabajo. Desde UGT, concretamente el secretario comarcal de MCA-UGT, Juan José Villalba, restó importancia a estos episodios, aunque reconoció que se produjeron en la mayoría de las industrias. Las primeras horas del día, por lo tanto, fueron de tensión.

En el cambio de turno de trabajadores en Acerinox, alrededor de las 8:00 horas, volvieron a producirse enfrentamientos entre los delegados sindicales y los trabajadores. En esta ocasión, sin consecuencias, aunque se impidió el acceso de vehículos.

Situaciones similares se produjeron en la refinería Gibraltar-San Roque de Cepsa, y Cepsa Química, con pequeños enfrentamientos entre huelguistas y trabajadores.

Desde UGT también se resaltó la labor realizada por los agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional. 'Los agentes han actuado en todo momento con gran profesionalidad y de buenas maneras, por lo que no tenemos nada que objetar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado', añadió Juan José Villalba, quien apuntó que a lo largo de toda la mañana grupos de delegados se habían desplazado a las puertas de las distintas empresas del polígono industrial de Palmones, para informar a los empleados y evitando de esta forma que entraran en sus lugares de trabajo.

En la industria conservera de Tarifa, los piquetes desplazados a la fábrica a primera hora de la mañana impidieron la entrada de los trabajadores. Sólo la gerencia se incorporó a sus labores.