El comité de huelga de la refinería Gibraltar-San Roque del Grupo Cepsa y el departamento de Recursos Humanos de la empresa se reunieron ayer en Madrid para negociar los servicios mínimos de la huelga, que arrancará el 19 de febrero para extenderse durante diez días. Al cierre de esta edición ambas partes aún estaban concentradas, a la espera de llegar a algún acuerdo.

Por otro lado, según pudo conocer este diario, desde la dirección de la petroquímica se hizo llegar ayer a la plantilla una mejora del convenio colectivo. Este documento presentaba algunas mejoras. En la mesa de diálogo para la negociación sólo está Comisiones Obreras (CCOO), ya que el resto de sindicatos, en este caso UGT, USO y CGT, apoyan que se secunde la huelga, pese a recibir también la nueva propuesta.

Por otro lado, el comité de empresa ha convocado para hoy y, por mandato expreso de la comisión negociadora del convenio colectivo, a toda la plantilla para una concentración de cinco minutos a las 16.30 horas en la puerta principal de la refinería. El acto se ha programado en todos los centros de España en repulsa por las cargas policiales que sufrieron los trabajadores en la concentración para exigir el desbloqueo de la negociación, el pasado martes.

Los representantes de los trabajadores anunciaron que pretenden denunciar con esto la actuación "desproporcionada de las fuerzas de orden público con el beneplácito de la dirección del centro y autorizada por el Delegado del Gobierno, así como por poner en grave riesgo la seguridad de las personas e instalaciones".

En caso de que no llegar a un consenso para los servicios mínimos será el Ministerio de Industria -en segunda instancia- el que medie entre las partes para controlar las funciones de la plantilla a partir del próximo martes, fecha de arranque de la parada.

La negociación del convenio de los trabajadores arrancó en abril del año pasado, y a estas alturas aún no existe un acuerdo. Esta situación es la causante de la reciente crispación. La semana pasada la concentración de protesta en la puerta de la refinería se saldó con tres detenciones, pese a que fueron puestos rápidamente en libertad sin cargos.