Juan Jesús Vivas. presidente de la ciudad autónoma de ceutae

"La presión migratoria pone en juego la supervivencia de Europa"

Een el cargo desde 2001, Juan Jesús Vivas Lara (Ceuta, 1953) es uno de los responsables públicos electos del PP que más tiempo lleva al frente de una institución. Pausado y nada dado a las estridencias, bajo su mandato Ceuta se ha transformado en una urbe moderna donde la convivencia de culturas y religiones es una realidad cotidiana. La entrevista se celebra en el Ayuntamiento, celebradas ya las primarias del PP. En Ceuta, arrasó María Dolores de Cospedal.

-Empecemos por lo último, por las primarias del PP. ¿Cómo ha vivido el proceso?

-Quiero resaltar en primer lugar la gran labor desarrollada por Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y del PP. Con el paso de los años recordaremos su elegancia y categoría. El partido ha vivido este proceso con confianza y tranquilidad y espero que tras el congreso salga fortalecido y unido.

-¿Cospedal era su candidata?

-Bueno, ella ha logrado un respaldo muy significativo por parte de los afiliados de Ceuta con 167 votos sobre 211, pero tanto Soraya Sáenz de Santamaría como Pablo Casado han demostrado ser también personas muy capaces, comprometidas y fieles a los principios del PP. La experiencia de las primarias ha sido satisfactoria, con un proceso limpio y transparente en el que a nadie se le ha impedido participar.

-¿Es mejor que haya una sola lista en el congreso del partido?

-Creo que lo mejor es garantizar la unidad del partido y lo mejor para ello es que haya una sola lista, liderada por Soraya como ganadora de las primarias. Ceuta, al igual que Melilla, tiene unas circunstancias muy especiales que requieren de un apoyo muy específico y estoy seguro de que ella lo va garantizar.

-Esas primarias se han saldado con una participación muy baja por parte de los afiliados.

-Tenemos que hacer una reflexión al respecto. En Ceuta contamos con 4.000 afiliados y han participado 211 personas, una cifra ridícula. Tenemos que abrir nuevos cauces de participación a los afiliados durante todo el año, no solo cuando hay elecciones.

-¿Qué le parecen los primeros pasos dados por el PSOE al frente del Gobierno de España?

-Yo me debo a los intereses de los ciudadanos de Ceuta. Desde esa óptica, me quiero ceñir al papel institucional del Gobierno porque no quiero hacer juicios políticos y porque considero que es lo que más beneficia a los ceutíes. Quiero destacar la lealtad que el Gobierno de la nación va a encontrar en nosotros, de la misma forma que lo espero a la inversa. La colaboración institucional es un mandato constitucional que repercute en beneficio de los ciudadanos. Y en nuestro caso, por nuestra insularidad, nuestra dependencia a la hora de recibir servicios, la presión migratoria y las limitaciones para desarrollar nuestra economía, esa colaboración es vital.

-¿Se ha puesto ya en contacto con ustedes algún ministro?

-El primero en hacerlo fue el presidente del Gobierno, que me telefoneó y al que le agradecí su consideración con Ceuta. Después se puso en contacto conmigo la ministra de Administraciones Territoriales.

-Supongo que tanto a uno como a otro le plantearía una serie de peticiones.

-Varias. Lo primero que hay que resolver es la situación en la frontera con Marruecos, un país al que nos sentimos muy cercanos físicamente, pero también con el corazón. Junto con Melilla somos la única frontera de la UE en África, lo que provoca un flujo de personas y mercancías muy importante. Hay un proyecto sobre la mesa para remodelar la frontera que debe servir para modernizarla, con nuevos sistemas tecnológicos de control. El paso fronterizo se ha quedado obsoleto y hay que atender a una afluencia de personas para la que no está preparada. También faltan recursos de Policía Nacional y Guardia Civil.

-El ministro del Interior aboga por suprimir las concertinas en las vallas fronterizas.

-Usted me corrige si me equivoco, pero lo que dijo el ministro es que su voluntad es encontrar un método alternativo para poderlas quitar, que es diferente. Nadie quiere que un ser humano se haga daño, ahora bien, las fronteras deben ser seguras. Las fronteras no solo cumplen una función de contención de la inmigración irregular, cumplen la misión de proteger la integridad del territorio nacional. Nadie contempla un escenario en el que desaparezca la frontera y, dado que existe, debe cumplir su función. Las concertinas cumplen una misión disuasoria, no agresiva. Que se pregunte a quienes saben (a la Policía, a la Guardia Civil, a los técnicos del ministerio…) y que se aplique una alternativa si la hay.

-¿Cree usted que Europa es consciente de la presión migratoria que se da en el sur del continente?

-Esperemos que sí. Está en juego la supervivencia de Europa, un proyecto común de convivencia que se inició tras la Segunda Guerra Mundial y que nos ha permitido progresar de manera armónica. Fíjese que la respuesta que algunos quieren dar es el cierre de las fronteras interiores… y eso sería la muerte de Europa. Hay que tomarse el tema de forma muy seria y la solución a los problemas de servidumbre que genera la inmigración ilegal no puede recaer en exclusiva en los países ribereños del Mediterráneo.

-¿Soluciones?

-Hay que ayudar al desarrollo de los países de origen de estas personas y a los países tránsito. Y combatir a las mafias que trafican con personas.

-¿Respalda usted la tesis de que Marruecos mira hacia otro lado de vez en cuando en el control de la frontera?

-Marruecos juega un papel fundamental y hay que reconocer los esfuerzos que hace para controlar la inmigración irregular. Todos tenemos la obligación de preservar nuestras buenas relaciones con Marruecos, aunque hay que decir que, a veces, los colapsos que impiden el paso por la frontera tienen que ver muchas, muchas veces con la falta de colaboración de Marruecos. Es un hecho absolutamente evidente.

-En Ceuta, nada de racismo ni de xenofobia.

-Se lo puedo garantizar de manera categórica: somos un ejemplo de convivencia. Todos nosotros nos hemos criado compartiendo un mismo espacio. En las votaciones de ayer [por el jueves] en el PP, hubo una presencia muy importante de miembros de las dos comunidades, la cristiana y la musulmana, así como de otras minoritarias. Y ocurre lo mismo en otros partidos. Esta es la realidad.

-Además de la frontera terrestre, ustedes tienen una segunda puerta de entrada, la marítima.

-Es una conexión que debemos mejorar. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) recién aprobados prevén una bonificación del billete del 75% para los residentes, pero es necesario rebajar también los precios para los peninsulares que visitan Ceuta. Somos un destino turístico magnífico, una ciudad acogedora, cargada de historia, con una rica gastronomía y con una gran diversidad cultural. Estamos trabajando desde hace tiempo con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia para que se mejoren los mecanismos de control que tiene el Estado sobre las tarifas, para que sean más asequibles. No es normal que haya esos precios y un nivel de ocupación medio de los ferris de solo el veintitantos por ciento. La libre competencia debe funcionar y en eso estamos trabajando.

-Por contra, Ceuta disfruta de un régimen fiscal muy bueno.

-Es muy atractivo para las empresas y las personas físicas y está amparado por la Constitución. No tiene nada que ver con un paraíso fiscal porque la transparencia es absoluta. Hay deducciones del 60% en el IRPF y en la cuotas de la Seguridad Social, del 50% en el Impuesto de Sociedades y no se pagan IVA, impuestos especiales ni aranceles, que son sustituidos por un impuesto indirecto de carácter local a tipo reducido.

-El Gobierno también ha incluido para Ceuta y Melilla en los PGE una rebaja del 50% en los impuestos sobre el juego online, en un intento de atraer a las empresas de Gibraltar de este sector que quieran seguir operando en la UE tras el Brexit.

-Estamos divulgando esa novedad, no solo en relación con el juego online, sino con las nuevas tecnologías. Estamos en una fase exploratoria con varias empresas, informándoles de todo aquello que podemos ofrecer y también sabiendo cuáles son sus necesidades. Nuestro reto es promocionar aquellos segmentos económicos con capacidad de generar empleo. Es un objetivo estratégico.

-¿Cómo?

-Debemos potenciar el puerto, el comercio y modos de desarrollo digital que superan los impedimentos físicos de otros sectores. Y no olvidemos otra demanda: el músculo de la Administración debe ser aquí muy potente.

-¿De la central especialmente?

-De todas. No quiero decir con ello que el sector público deba sustituir al privado, esto no es un debate ideólogico: hay que equiparar los servicios públicos fundamentales que se prestan en Ceuta con los que se dan en la Península, con más medios materiales y más medios humanos. Y es obvio que las administraciones, en la medida en que se fortalecen, se convierten en generadoras de empleo y riqueza.

-En relación al puerto, usted habla de crear una suerte de pool en el Estrecho.

-Nosotros tenemos que lograr un yacimiento de especialización. Algeciras mueve millones de toneladas de mercancías y centenares de miles de personas que cruzan el Estrecho, al igual que Tánger-Med. Málaga y Gibraltar tienen en el turismo un nicho de negocios y nosotros estamos en un proceso de reflexión, en torno al turismo y al suministro de gas para la propulsión de los buques, que es un futuro inmediato.

-¿Qué tal las relaciones con la Junta de Andalucía?

-Me gustaría que fueran más intensas.

-¿Por qué?

-Porque prácticamente no existen.

-Con Manuel Chaves sería diferente.

-Totalmente. Él nació aquí y estuvo hasta que tuvo 17 años. Siempre que ha venido me ha llamado y mantenemos una relación magnífica. Le dedicamos el Día de Ceuta y fue un acontecimiento inolvidable.

-¿Se presentará a la reelección en 2019?

-Tenía previsto decidirlo durante este verano, pero prefiero esperar a ver cómo se resuelve la situación del partido a nivel nacional.

-¿Pesa más el corazón o la cabeza?

-¡Espero estar bien del corazón después de que el año pasado me colocasen un stent coronario! Ahora ando nueve kilómetros todos los días y trato de cuidarme más. No quiero que suene petulante, pero me considero un servidor público. Primero de España, luego de Ceuta y, después, de mi partido. Llevo cuarenta años trabajando con esa idea y, cuando me toque decidir sobre mi futuro, espero que pese más la razón que el corazón.

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