Campo de Gibraltar

Los guardias civiles critican que quieran prohibirles los móviles

  • La AEGC afirma que es un elemento fundamental cuando fallan con asiduidad los transmisores

La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denunció ayer que la Dirección General de la Guardia Civil pretende prohibir a los agentes el uso de sus teléfonos personales como ya hizo con los chalecos antibalas.

La AEGC, que ya consideró "irresponsable" la prohibición de los chalecos particulares durante los servicios, afirma que el móvil se ha convertido en fundamental. "Es otra de las herramientas de trabajo que tenemos y que se ha vuelto imprescindible. Nuestros teléfonos nos mantienen en contacto con la base cuando fallan (demasiado a menudo) las transmisiones, nos ayudan a situarnos gracias a su GPS, a realizar consultas y, algo que en la Dirección tampoco han tenido en cuenta, a mantenernos en contacto con el ciudadano que espera nuestro servicio, tranquilizándolo e informándolo", subraya el colectivo, que considera que los responsables de la Guardia Civil "sigue sin aprender" y "actúan como el que tiene un problema en su casa con hormigas y decide terminar con él a cañonazos". "No se han dado cuenta, o no quieren reconocerlo, que el teléfono móvil debería ser ya de dotación en las patrullas y que, como esta casa tiene tantas goteras e irregularidades y no hay dinero para tapar y arreglar tantas insuficiencias, la mejor solución es permitir que los agentes usen uno de sus bienes particulares, lo mismo que los chalecos antibalas", subraya la agrupación.

Piden que les permitan usarlos igual que se les permite llevar sus propias fundas de extracción rápida, con diversos dispositivos de seguridad para el arma reglamentaria, "porque la facilitada por la Guardia Civil única y exclusivamente es un trozo de cuero sin medida de seguridad ninguna". También tienen los agentes que comprar navajas multiusos "para cortar llegado el caso un cinturón de seguridad en un accidente de circulación", guantes de latex de un solo uso o mascarillas para realizar en caso necesario un boca a boca.

"Está claro que en un coche oficial con chofer o desde el cómo sillón de un despacho de "ejecutivo" de la Guardia Civil, el riesgo es mínimo, pero en la calle el peligro es diario y de ustedes depende que volvamos a nuestras casas sanos y salvos", afirman.

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