feria 2018

Un domingo para enmarcar

  • Multitud de personas se suman a la jornada estrella de la Feria de Algeciras desde primera hora de la tarde

  • El buen ambiente y los bailes jalonan la actividad en todas las casetas

La jornada más esperada por los algecireños amantes de la fiesta llegó y no defraudó. Una multitud de personas llenó el recinto ferial Antonio Quintero en el Domingo por Sevillanas, una de las citas ineludibles de la Feria Real de Algeciras que ayer se convirtió en el epicentro de la diversión del Campo de Gibraltar. A pesar del cielo nuboso -fruto del viento de levante- y las temperaturas tirando a cálidas, los algecireños y visitantes no pasaron por alto que estaban ante el día grande de la celebración y supieron estar a la altura desde primera hora de la tarde.

A las 14:00, tanto la portada de la Feria como la escalinata a los pies de la plaza de toros Las Palomas anticipaban una jornada memorable aunque con algo menos de público que en años anteriores. Había espacio para almorzar sin agobios en buena parte de las casetas -salvo algunas excepciones como la Peña Miguelín, donde todo estaba reservado- porque parte del público optó por almorzar en el centro o en los bares de la cercana avenida Virgen de la Palma. Desde primera hora sí fue notable la afluencia de jinetes vestidos de corto, calesas y caballos con mujeres vestidas de gitana a la grupa.

Las ganas de fiesta tenían que salir por algún lado y fue sobre las cinco cuando el Real eclosionó y se pobló con grupos de amigos y familias dispuestos a bailar y echar la tarde.

Para esa hora, en las casetas donde se había servido el almuerzo -siempre regado con abundante cerveza, rebujito o vinos- apartaron parte de las mesas para permitir los primeros bailes, salpicados de abrazos y saludos de amigos reencontrados tras tiempo sin verse o familias reunidas con las ganas de pasarlo bien como elemento en común. Y así, poco a poco, conforme fue avanzando la tarde, el Domingo por Sevillanas fue tomando cuerpo mientras que tras las barras de las casetas la actividad llegó a ser frenética. Entidades como Los Veteranos o La Chicuelina concentraron gran parte del ambiente juvenil, mientras que colectivos señeros como La Novia del Sol, El Chato y la Bella o Los Curiales contaron con las familias como público mayoritario.

Mientras la riada de personas se divertía, un amplio dispositivo de seguridad veló por el buen desarrollo de la fiesta, con una notable presencia de la Policía Nacional desplegada por todo el ferial lista para atender cualquier contingencia. Por supuesto, la limpieza también se llevó a gala con varias cuadrillas de Algesa dispuestas a repasar las calles para que todo luciera perfecto.

Alejados del recinto, pero no por ello ajenos al buen ambiente, los jóvenes se congregaron en la escalinata de la Reconquista, la zona habilitada por el Ayuntamiento para el botellón. Selfies y copas sirvieron para pasar el primer tramo de la tarde y, de paso, ahorrar en la siempre estrecha economía de los jóvenes.

También hubo tiempo para las atracciones infantiles, si bien hoy será la jornada de precios reducidos con un 50% de descuento, lo que sirvió a más de unos padres para apaciguar a sus hijos.

Cayó la tarde y el buen ambiente se mantuvo entre bailes, brindis y diversión, aún con el parón para cenar en las casetas o en las barracas de comida junto a la zona de atracciones, para dar el último empujón a un domingo memorable que extendió su duración hasta bien entrada la madrugada del lunes.

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