Un camión viejo, sin papeles, cargado de colchones y con botes de pintura y disolvente en su interior. Una caja de cambios que se calienta más de la cuenta, que sale ardiendo y quema el circuito de frenos. Mezcle todo eso y tendrá un monumental susto ayer por la tarde en Algeciras.

El vehículo, con destino a Mauritania, comenzó a echar lenguas de fuego que se veían desde el centro por encima del techo de la lonja a eso de las 16:20. La enorme columna de humo negro alertó a muchos vecinos y, sobre todo, a las personas que estaban trabajando en el cercano Puesto de Inspección Fronteriza y alrededores. Pronto llegaron los bomberos, que comenzaron a actuar para intentar que el incendio llegara a más colocando las mangueras por debajo del camión. Pero ya hacía rato que ardía la carga y, a eso de las 16:44 se oyeron las dos primeras explosiones, que contribuyeron a avivar el estado de alarma, sobre todo en las viviendas del paseo marítimo, adonde empezaba a llegar un fuerte olor a quemado. Unos minutos después volvió a oírse otra explosión. Hacía rato que la policía portuaria había cerrado la calle -que cruza desde el acceso norte al sur del puerto algecireño- lo que provocó que empezaran a acumularse vehículos y, sobre todo, camiones que llegaban para embarcar. Al cierre de esta edición la fila podía observarse todavía en los alrededores de la estación marítima, por el acceso sur por donde sí se podía pasar.

Los bomberos consiguieron controlar el incendio -y después extinguirlo- en unas dos horas.

El conductor no apareció por ninguna parte. El camión no tenía seguro, ni ITV, además de otra documentación reglamentaria. La carga -los colchones y demás objetos que iban dentro- quedaron completamente destruidos. El humo oscuro se extendió guiado por el viento hacia las calles del centro de Algeciras, donde causaron bastante alarma, sobre todo entre los ciudadanos que no se habían percatado de donde procedía.