Pedro Sánchez Castejón. Secretario general del PSOE

"El camino judicial no puede convertirse en la solución para Cataluña"

-¿Cuántas veces le han preguntado si están normalizadas las relaciones con Susana Díaz?

-Hoy es la primera (risas). A ver a dónde quiere usted llegar...

-Si me dice se llevan mal, me da usted el titular de la entrevista.

-Pues claro que nos llevamos bien. Nuestra responsabilidad es tener una relación fluida y es la que tenemos. Lo que no voy a decirles es cuántas veces hablo con mis compañeros y compañeras a lo largo del mes.

-¿Y con Susana Díaz?

-La última vez que hablé con Susana fue hace unos días y fue sobre los temporales que hubo en la costa onubense.

-Su meta es ser presidente del Gobierno.

-Mire... Si le doy una respuesta que no sea un sí, evidentemente usted se llevaría el titular, pero hay que ser humilde en este momento. Lo que le quiero trasladar es que me quiero ganar la confianza de los ciudadanos y ciudadanas. Estamos ante un fin de ciclo, ante un Gobierno agotado y que dentro de dos años, cuando eventualmente se convoquen elecciones generales, los ciudadanos mirarán a la izquierda. Lo que está subyaciendo en las movilizaciones de estudiantes, pensionistas y de las mujeres el 8 de marzo es que este Gobierno no es capaz de responder a la pregunta de cómo se redistribuye el crecimiento. Porque cuando existe crecimiento y no llega a la calle, la gente sale a reclamar. Este es un Gobierno que socializó las pérdidas durante la crisis y trata de privatizar las ganancias ahora que viene la recuperación. Y la ciudadanía ha dicho basta.

-Las encuestas indican que ese descontento lo está aprovechando Ciudadanos.

-Encuestas de esas ya he vivido unas cuantas. Desde el respeto, los análisis demoscópicos y de los medios de comunicación no se realizan sobre las elecciones del próximo año, cuando tendrán lugar las municipales, autonómicas y europeas. Ahí se verá el apoyo social de cada una de las formaciones. Ahora hay una hipermovilización del electorado de derechas porque hay una competición en ese espacio entre PP y Ciudadanos. La izquierda no lo está no por nada, sino porque no están convocadas las elecciones, aunque empieza a notarse algo por esas movilizaciones que le comentaba.

-En Andalucía, ustedes gobiernan con el respaldo de Ciudadanos, un partido de derechas según su definición. Pero en otras comunidades y ciudades se apoyan o apoyan a Podemos. ¿Se mantendrá esa estrategia de pactos a un lado y otro?

-En el caso de Andalucía, el PSOE se apoyó en Ciudadanos porque no había aritmética posible al no darnos Podemos su apoyo, pero dese cuenta de que Ciudadanos siempre pacta con la otra derecha, la del PP, cada vez que puede. El PSOE está en el centro-izquierda, que es donde se sitúa la mayoría social.

-¿Sería posible un acuerdo con Podemos?

-¿En mi caso? Aspiro a ser la primera fuerza política del país, a gobernar en solitario mirando a la izquierda. Creo que Iglesias no me ha dado muchas razones para confiar en su eventual apoyo, aunque me sienta cercano a los militantes de Podemos.

-Toca renovar la financiación autonómica. ¿El café para todos patentado por Clavero sigue siendo una buena fórmula para garantizar un sistema igualitario?

-El café para todos venía a decir que no hubiera comunidades autónomas de primera y de segunda y en eso no puedo estar más que de acuerdo. Estamos esperando la propuesta del Gobierno.

-Usted defiende que el nivel de desempleo forme parte en los cálculos de la financiación autonómica. Eso beneficiaría a Andalucía, ¿pero cómo se lo tomarían en Madrid, Cataluña, etc? ¿Hay un discurso único en el PSOE para defender esa propuesta?

-Hay elementos que deben tomarse en cuenta tras al crisis de 2008. En provincias como Cádiz, con un paro superior al 30%, o en comunidades que sufren un desempleo estructural también muy alto por su estructura productiva, necesitamos incorporar la tasa de desempleo como elemento del sistema.

-¿Contempla el PSOE hacer algún guiño en materia fiscal a Cataluña como parte de la solución al problema independentista?

-Hay comunidades como Andalucía, Cataluña o Valencia que están infrafinanciadas, eso es evidente. Yo creo que la financiación no tiene nada que ver con la solución al independentismo. Este sistema fue apoyado por Esquerra Republicana de Catalunya.

-Y por el PSOE con el Gobierno de Zapatero al frente. Usted apoyó la aplicación del 155 en Cataluña. ¿La solución a la crisis abierta es política o judicial?

-La solución a una crisis política como la que vivimos es política o no será. Y permanece inédita porque el presidente del Gobierno, que tiene que tomar la iniciativa, vive instalado en la inoperancia y el independentismo es incapaz de abandonar inequivocamente su larga cadena de contradicciones y errores. El camino judicial no puede convertirse en la solución política. Lleva sus propios tiempos y representa la vigencia de la ley, que es la condicion imprescindible del Estado de Derecho. Las decisiones de los jueces pueden gustar o defraudar, pero ninguna va a solucionar una crisis que, como hemos visto en el Parlament, permanece abierta. La política sigue ausente. En todo caso, la aplicación del 155 y las decisiones del Tribunal Supremo, no estan conectadas. Aquella fue la respuesta política desde la Constitución a quienes la violentaron a su antojo. Esta es la consecuencia penal por haber infringido la ley.

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