temporales | el alcalde reclama inversiones en las carreteras tras la incomunicación del fin de semana

Los agricultores de Jimena pierden 6,5 millones por las lluvias

  • Las borrascas echan a perder más de 10.000 toneladas de naranja, principal cultivo de la zona

La tierra ya no traga más agua. La sucesión de borrascas en la que se encuentra inmerso el Campo de Gibraltar desde el arranque del mes de marzo hace mella especialmente en el sector agrícola del Valle del Guadiaro. Las pérdidas por las precipitaciones arrojan un saldo millonario que va a incrementarse tras las intensas lluvias del pasado fin de semana y la crecida de los ríos Guadiaro y Hozgarganta. El desbordamiento de ambos cauces dejó incomunicado a Jimena y sus núcleos de población durante varias horas del sábado y domingo además de anegar centenares de hectáreas de explotaciones agrícolas, principalmente de cítricos.

El Ayuntamiento de Jimena de la Frontera cifra los daños para el sector agrícola en 6,5 millones de euros incluyendo San Martín del Tesorillo y San Pablo de Buceite. A esta suma habría que añadir otros 670.000 euros en deterioros a infraestructuras como carreteras y espacios públicos que fueron cuantificados la semana pasada, tras la tercera de las cuatro borrascas que han azotado la comarca desde el 1 de marzo. La comisión técnica analiza estos días los nuevos efectos de las últimas lluvias para afinar la cifra y sustentar con ella la solicitud de ayudas al Gobierno y a la Junta de Andalucía.

Hay fincas donde el daño va a ser del 100%, lo que significa que se ha perdido todo"

"Antes del último temporal, la superficie afectada en Jimena de la Frontera superaba las 750 hectáreas y los 4,4 millones de euros. A falta de cuadrar las cifras, el campo está ya en los 6,5 millones de euros. Se han perdido más de 10.000 toneladas de naranjas y 200.000 kilos de aguacate", detalla el alcalde jimenato, Fran Gómez, quien ha solicitado a la Junta de Andalucía que desplace a la localidad a técnicos para evaluar los daños y buscar posibles soluciones, especialmente a la situación de la red de carreteras.

Las principales vías de comunicación quedaron totalmente despejadas ayer, pero la cota relativamente baja de la plataforma de viales como el que une Tesorillo con Montenegral (CA-513) o la A-7 con el interior del Valle del Guadiaro (A-2102) dejaron a los vecinos aislados. La carretera de Jimena a Puerto Galis (CA-8201) tiene aún más de 5 kilómetros cerrados por deslizamientos.

"Vivo con dos personas mayores y el agua saltó del río por encima de la carretera hasta llegar casi a la misma puerta. La casa no se ha anegado, pero llegó cerca. Hasta hoy no hemos tenido electricidad", relata Isabel, vecina de la carretera que va a Montenegral y donde el agua dejó inservible el cuadro de contadores de siete parcelas. Alrededor de la casa, unos 12.000 metros cuadrados de naranjos tienen toda la base anegada, lo que puede provocar enfermedades por hongos y putrefacción a los árboles además de la pérdida de la cosecha. La imagen se repite en todas las fincas del entorno, dado que el Guadiaro anegó prácticamente toda la vega con la excepción de las calles de núcleo urbano.

"Llevamos ya cuatro semanas con problemas. Tras la primera riada, ha estado tres semanas lloviendo sin parar y hasta que este fin de semana hemos sufrido otra avenida de agua. Esta vez ha sido más importante en cantidad. El río Hozgarganta ha subido más de nivel, con el consiguiente problema para las fincas, con pérdidas en las cosechas y la evacuación de animales", resalta Jesús Fernández, alcalde de la Entidad Local Autónoma de San Martín del Tesorillo. "Se pueden perder un número importante de puestos de trabajo. Sólo en San Martín del Tesorillo los afectados pueden ser unos 70 puestos directos para recolectores que ya no serán contratados por no haber frutas", agrega.

Las fuerzas de seguridad se tuvieron que afanar durante el sábado y el domingo para controlar el paso por las carreteras, evitar el uso de viales cortados e incluso para rescatar a varias personas que se habían quedado aisladas en finca.

A lo largo de la mañana de ayer, los vecinos de las fincas que quedaron incomunicados el fin de semana aún esperaban la bajada del nivel del agua antes de poder adecentar los terrenos, donde las frutas caídas flotan ya sin posibilidad de ser salvadas.

La anegación de las fincas se refleja en el interior de la nave de la cooperativa Tesoricoop, donde apenas hay actividad cuando en circunstancias normales las cintas transportadoras deberían estar moviendo cajas cargadas de naranjas de mesa y para zumo.

"Llevamos un mes con mucha agua, lo que nos hace mucho daño. El campo no necesita tanta agua para la fruta. Estamos perdiendo puestos de trabajo. Tras tres inundaciones, la última la más fuerte de todas, estamos sufriendo mucho", explica Antonio Carreras, gerente de la cooperativa que agrupa a 105 cooperativistas de unas 400 hectáreas de cítricos y un centenar de aguacate. "Hay muchas fincas donde los temporales anteriores los seguros han cubierto un 67% de los daños. Ahora, con la última borrasca, esperamos llegar al 100% de cobertura, lo que significa que se ha perdido todo", lamenta.

Cada 1.000 kilos de fruta suponen dos o tres jornales de trabajo, por lo que los 10 millones de kilos de naranjas ya irrecuperables sólo en Jimena equivaldrían a unos 20.000 jornales hasta final de campaña de la naranja, que concluye en junio, con un cálculo efectuado a la baja.

"Necesitamos que vengan desde la Junta de Andalucía y del Gobierno a comprobar los daños. Con el temporal se habla mucho de los efectos en la costa, pero nunca del interior. Aquí se ha perdido mucho dinero", insiste el alcalde jimenato. Por lo pronto, Fran Gómez exige a la administración autonómica una limpieza a fondo de los cauces para prevenir nuevas riadas como las del domingo.

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