Unas tres horas aproximadamente duró el encierro en las dependencias municipales de la junta de personal, el comité de empresa y varios trabajadores. Finalmente y tras mantener una reunión con el alcalde, Miguel Manella, y varios ediles, fueron aceptadas las últimas condiciones planteadas en el nuevo convenio colectivo que podrá ser firmado el próximo día 23.

Si el pasado mes de noviembre todo estaba atado, a expensas de "pequeños flecos" para que se rubricara el convenio de los trabajadores de la administración local, en la mañana de ayer jueves se constató cómo en una negociación sindical, los "flecos" constituyen, o pueden constituir, un escollo insalvable capaz de tirar por la borda meses de diálogo. La jornada de trabajo entre administración local y sindicatos parecía marchar bien, sin embargo y ante varios problemas puntuales, todo pareció venirse abajo en cuestión de minutos. La junta de personal y el comité de Empresa, arropados por sindicatos y trabajadores decidieron mantener un encierro indefinido entendiendo que la empresa -Ayuntamiento- "incumplía y negaba el diálogo a los interlocutores de los trabajadores". Esa cuestión levantó ampollas en el alcalde que entendía que el propio convenio colectivo, ya reconocía "suficientes premios por encima del estatuto marco". De ahí, a varias horas de encierro hasta que tras una tensa reunión el gobierno local cedió a las pretensiones de los trabajadores que desconvocaron el encierro. La causa parecía tener dos frentes abiertos. Por un lado los días de vacaciones que corresponden a los trabajadores públicos. Por otro lado la necesidad de reconocer y remunerar los turnos extraordinarios realizados por trabajadores del área de Cultura.

En cuanto a los días de vacaciones, los trabajadores exigían el reconocimiento de 22 días naturales de vacaciones más un día por trienios acumulados, con un máximo de cuatro trienios reconocidos. Además de, como marca el Estatuto Marco de los trabajadores de las administraciones públicas, un día más por 15 años de trabajo, otro más por 20, otro por 25 y otro por 30.

Desde el Gobierno local, el alcalde Miguel Manella considera que "los días de vacaciones del personal municipal están muy por encima de los ofertados por otras administraciones públicas. Nos ponemos casi en 20 días entre asuntos propios y libre disposición, además de los 22 días de vacaciones y sábados y domingos". Manella indicó que asumir tantas vacaciones es "algo muy complicado de asumir por el Consistorio". Benítez, por su parte, dijo que la concreción del acuerdo lleva impreso "un regusto a descontento que no debería de haberse producido".