José Canela es uno de los mejores cantaores del panorama flamenco actual. Así lo indica su agenda de compromisos. También habla por sí solo el resonante y reciente triunfo obtenido junto a su hermano Fernando en una de las catedrales de este arte en la capital de España, la sala García Lorca de la fundación Casa Patas.

Anoche, cargado de emoción y sentimiento, estuvo en la II Bienal dedicada a una de las personas más importantes de su vida: Alejandro Segovia Camacho, Canela de San Roque. De él y su esposa, Francisca Cortés, aprendió en esta casa cantaora y gitano-andaluza del Campo de Gibraltar.

El salón de actos del palacio de Los Gobernadores estuvo abarrotado por aficionados tanto de la comarca como por otros muchos venidos desde distintos puntos de Andalucía. La presencia de José, como lo ha sido la de otros relevantes flamencos, refuerza y da brillantez a una bienal que camina por la senda del éxito. Anoche acompañaron a este artista en plena fase efervescente y ascendente, que prepara su segundo disco, los tocaores Niño Jero y José de Pura.

Antes de este recital se vivió la presentación del libro Manuel Torre. Obra del presidente del Círculo Flamenco de Madrid, Carlos Martín Ballester, contiene un profundo análisis de los cantes y dos discos compactos remasterizados significativos de la obra del genial cantaor jerezano de padre algecireño. Martín Ballester ya dio a conocer este volumen antes del verano pasado en la Sociedad del Cante Grande de Algeciras. Agradeció esta nueva oportunidad, imprescindible para él como aficionado y estudioso de lo jondo pues mantuvo, además, una estrecha relación de amistad con el propio Canela de San Roque que pervive ahora con sus familiares.

Hoy sábado, en el teatro municipal Juan Luis Galiardo, espera una cita de dos nombres consagrados y uno por hacerlo en el que pueden saltar chispas de mucha flamenquería. Llegan hasta San Roque nada más y nada menos que Pansequito, Aurora Vargas y María Terremoto. Los dos primeros tienen su nombre escrito con letras mayúsculas en la historia flamenca que transita entre los siglos XX y XXI y la tercera es un jovencísimo valor que viene a aportar cosas nuevas.

La bienal ha apostado por juntar sobre las tablas del Galiardo a distintos cantaores en un mismo espectáculo como ya hiciera dos sábados atrás cuando Pedro El Granaíno, Rubio de Pruna y José de la Tomasa compartieron este mismo escenario. La fórmula es ideal para dar paso al debate y la confrontación de ideas acerca de intérpretes, cantes, estilos... Una de las sales del flamenco, el debate, queda así servida.

A la guitarra van a estar Miguel Salado, quien anoche acompañó en Algeciras a Rafael del Zambo en el V premio Antonio Rubio de la Sociedad del Cante Grande, y Nono Jero. La cita es a las 21:00.