Campo de Gibraltar

El Gobierno reforzará la atención a los migrantes y la seguridad

  • Sánchez promete a Díaz destinar 7 millones a la Policía en el Campo de Gibraltar, de los que 5,5 serán para mejorar la plantilla

  • 10 milllones, para el centro de acogida de Campamento

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, conversa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer, en el Palacio de la Moncloa.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, conversa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer, en el Palacio de la Moncloa. / Marta Fernández Jara / efe

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, regresó ayer de su reunión con Pedro Sánchez en Madrid con una batería de promesas y compromisos para Andalucía bajo el brazo que no se excedió en aspavientos. La reunión en La Moncloa entre los dos presidentes cambió el paso de quienes esperaban un anuncio sorpresa y se limitó a seguir la letra y el espíritu del guión previsto: un acuerdo de financiación, varios compromisos en materia de inversiones en infraestructuras y la propuesta de un plan de empleo, junto a varias referencias explícitas al Campo de Gibraltar a la espera de concretar detalles.

La entrevista de Díaz en Madrid fue la cuarta de un presidente autonómico después de las que Sánchez ha mantenido en las últimas semanas con Iñigo Urkullu, Quim Torra y Alberto Núñez Feijóo, seguidas bajo un estricto orden de elaboración de los respectivos estatutos autonómicos. De las dos horas de conversaciones -la más duradera junto a la que el presidente del Gobierno tuvo con Torra- Díaz destacó la "sensibilidad y el compromiso" de su anfitrión en el Palacio de la Moncloa "con los intereses generales de Andalucía", compatibles, subrayó la presidenta, "con los de los españoles". "En dos meses -resumió Díaz- hemos conseguido más cosas que en todos los años anteriores con el PP".

Una conferencia de las CCAA fijará cuotas de reparto de menores no acompañados

Sánchez conoce de cerca los problemas del Campo de Gibraltar porque no en vano visitó la comarca en febrero pasado, siendo aún líder de la oposición. "El abandono del Gobierno hace mella", dijo en una entrevista concedida entonces a Europa Sur, en la que reprochó al Ejecutivo del PP la reducción habida en el número de miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Sánchez quiere que su mandato suponga un punto y aparte en ese y otros aspectos y ayer hizo a Díaz varios anuncios. Uno de ellos es que la Policía Nacional contará en la comarca con 7 millones de euros más de presupuesto para refuerzos, cifra de la que 5,5 millones estarán dirigidos a aumentar el número de agentes, en tanto que el resto será para mejorar los medios materiales.

Ahora bien: ¿Tendrá ese refuerzo en materia de personal carácter permanente o será solo temporal para afrontar la creciente actividad de las mafias de las drogas en la zona? ¿Se revisará, como piden los sindicatos, la relación de puestos de trabajo de la Policía y la Guardia Civil en la comarca para ajustarla a sus necesidades reales? La delegación andaluza tuvo la certeza de que las medidas concretas se ejecutarán pronto, pero poco más pudo sacar ayer, a la espera de que sean los ministros de cada ramo quienes ofrezcan los detalles.

La inmigración es otro asunto caliente en la agenda del Gabinete de Sánchez. Ayer se tocó la puesta en marcha urgente del centro de recepción de migrantes en el antiguo centro de formación portuaria que se asienta en los suelos de Crinavis, en Campamento. La Unidad Militar de Emergencias (UME) trabaja desde hace días en la adecuación de estas instalaciones, con 300 literas, para poder desalojar los pabellones deportivos que ahora acogen de manera provisional a los exranjeros rescatados en el mar. El Gobierno evaluó ayer en 10 millones de euros el presupuesto de estos trabajos y el mantenimiento posterior de esas instalaciones.

Cuestión aparte son los menores no acompañados. El centro de acogida de La Línea de la Junta, con 24 plazas, lleva semanas desbordado y ha llegado a multiplicar por cinco su capacidad de alojamiento, con chavales hacinados y durmiendo sobre colchonetas. El presidente del Gobierno fio la solución a este problema a la celebración de una conferencia sectorial del conjunto de comunidades autónomas para establecer una suerte de cupo de acogida entre todas ellas, aunque de momento tampoco existe una fecha para ello.

En el ámbito de las infraestructuras, el Ejecutivo central mostró su respaldo a la ejecución del Corredor Ferroviario Mediterráneo, que incluye la Algeciras-Bobadilla, para tenerlo listo en el periodo 2020-21, aunque a este respecto tampoco hay certeza sobre el modelo de proyecto.

El Gobierno del PP previó la mera renovación de las vías sobre la plataforma ya existente, añadiéndole un tercer raíl para permitir el paso de convoyes de ancho europeo, pero el PSOE -al igual que el resto de partidos de la oposición- apostaba por una doble vía sobre un nuevo trazado, menos virado, y electrificado en plazo. Parece difícil que con tan corto plazo sea posible hacer grandes cambios sobre lo ya iniciado, pero el ministro Ábalos aún no se ha pronunciado sobre el margen de maniobra con el que se podría contar para hacer modificaciones.

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