Campo de Gibraltar

El Cristo de la Almoraima atrae a más de 7.000 devotos

  • Un centenar de jinetes y 14 carretas acompañan al cortejo en procesión por las principales calles del municipio · La romería, que transcurre sin incidentes, registra más presencia que en años anteriores

Castellar vivió ayer el día más grande de su fiestas patronales. Un año más, la emoción y el calor embargó sus calles para acompañar al Santísimo Cristo de la Almoraima en el tradicional domingo de romería que pone el broche de oro a sus feria, la primera del calendario en la comarca. Más de 7.000 personas, según los cálculos municipales y de la hermandad que dirige Juan Salido acompañaron a la legendaria imagen a la que los castellarenses y gentes de la comarca tienen especial devoción.

A las 11:30 horas, el repique de gloria de las campanas del santuario anunciaba que faltaba poco para renovar la devoción hacia el señor de Castellar.

El excesivo calor para la fecha no impidió sin embargo que la iglesia se quedara pequeña para albergar a tantos devotos. Las autoridades municipales, las cortes infantil y juvenil con la reinas al frente, Cristina Barea y Alba León, respectivamente, así como la romera mayor, Tara Aguilar, siguieron en las primeras filas la misa romera oficiada por el rector del santuario, José carlos Mellado quién estuvo acompañado por Rubén Virués, párroco del Sagrado Corazón de La Línea, el párroco, José Quintana de Algeciras y el querido padre Paco, que fue cura de Castellar cuando la casa Medinaceli regaló el Cristo al Pueblo y el pueblo nuevo se construyó en el llano hace treinta y nueve años. Los cuatro padres concelebraron la misa que estuvo cantada por un coro rociero.

El oficio comenzó un año más con el agradecimiento a los vecinos por las ofrendas, miles de flores depositadas junto al Cristo, así como la comida, aunque este año no se ha recogido tanto como el pasado, ya que la hermandad no ha hecho especial hincapié. No obstante, en los próximos días, José Carlos Mellado decidirá donde se trasladan los alimentos no perecederos donados por muchos vecinos y gente de otros municipios. El año pasado se repartieron entre familias necesitadas y el Comedor del Carmen de Algeciras una tonelada de estos alimentos.

En su homilía, los padres resaltaron la generosidad de los fieles en época de crisis, así como el civismo y la devoción que acompañan cada año a los devotos durante esta romería.

El momento más emotivo por los vecinos fue sin duda la salida de la imagen a hombros tras la misa. Muchos portaban la tradicional pañoleta -este año de color rubí-, y de la que los hermanos han vendido 1.200, cantidad que les sirve cada año para sufragar los gastos de la hermandad durante el año. Las autoridades municipales, la presidencia de la Hermandad, el alcalde infantil y la romera mayor custodiaron al Cristo de la Almoraima en su salida en procesión con una cabalgata a la retaguardia formada por más de 120 caballos y 14 carrozas todas ellas engalonadas para la ocasión.

Muchos padres, como es tradicional aupaban a sus pequeños para que éstos tocaran la imagen, mientras otros hacían lo mismo con sus pañoletas. Una lluvia de pétalos recibió al Cristo justo cuando los hermanos levantaban la imagen para colocarla en la carreta tirada por bueyes, entre aplausos y muestras de devoción.

Posteriormente, la imagen acompañada por las carretas y los miles de fieles recorrió las calles Juan Carlos, Iryda y la Avenida de Las Adelfas antes de volver una hora y media después a su templo, donde continuaba la peregrinación de fieles que siguen llevando flores y encendiendo velas durante el resto de la tarde.

La devoción hacia el Señor de los milagros, como también se le conoce sigue intacta cada año. Y es que el Cristo de la Almoraima data de principios del siglo XVI, concretamente de 1604. Lleva 405 años en Castellar, lugar al que fue traído por los Hermanos Mercedarios Descalzos desde Gibraltar, de ahí que muchos fieles procedieran ayer del Peñón. Con la imagen se refundó la orden en Castellar.

La talla, según los estudios existentes, pudo ser realizada en talleres de Madrid, si bien se desconoce con exactitud su autoría.

A las dos de la tarde la multitud se dispersó dirigiéndose a varios puntos de encuentro: el Cerro del Moro, donde marcharon los romeros, la Plaza Andalucía, donde se concentraban multitud de castellarenses alrededor de los bares de la localidad y por supuesto, el Real de la feria, el lugar en el que la fiesta continuó hasta la media noche.

En el Cerro del Moro fueron cientos de personas las que almorzaron y disfrutaron de la tarde en la zona recreativa. Muchas peñas y asociaciones se reunieron en torno a las mesas y sillas para celebrar los apetitosos manjares.

En el Real, concretamente en la caseta municipal se celebró la XXXII edición del concurso de sevillanas y se entregaron tres premios a las mejores parejas: el tercer lugar fue Carmen Mendoza y Nieves Vázquez; el segundo para María Vaca y Davinia Mendoza y el Tercero para Melania Calvente y Cinta Calvente. La caseta estuvo llena hasta pasadas las ocho de la tarde, cuando comenzaron a marcharse los muchos campogibraltareños retornaron a sus municipios con la satisfacción de ver al Cristo un año más.

Los mayores disfrutaron de la tarde de feria y los pequeños aprovecharon para disfrutar de las atracciones. Ya por la noche, con los pies algo más doloridos, los chisparreros echaron sus últimos bailes hasta la medianoche en las casetas, momento en que los fuegos artificiales pusieron punto y final a los festejos. No obstante, el baile continuó aún para los más fiesteros que aprovecharon hasta bien entrada la madrugada, ya que hoy no tendrán que trabajar porque es fiesta local y servirá para reponer fuerzas y pensar ya en el año que viene.

El alcalde de Castellar, Francisco Vaca, agradeció a todos los vecinos de la localidad su buen ánimo y la ausencia de incidentes de gravedad, tan sólo un conflicto sin grave repercusión la noche del sábado en la Caseta de la Juventud. Asimismo, destacó la gran asistencia de vecinos de municipios colindantes, que han compartido estas primeras fiestas de mayo en el Campo de Gibraltar con los chisparreros, que ya empiezan a pensar en la feria del próximo año.

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