Campo de Gibraltar

Arte tras la cerámica de la Plaza Alta

  • La fabricación de las nuevas piezas de la fuente requiere días de trabajo siguiendo un método tradicional

En 1930 el Ayuntamiento decide dar un nuevo aspecto al espacio central de Algeciras, la Plaza Alta, llamada así desde que el Marqués de Verboom dio forma a la ciudad actual. Esa nueva plaza verá desaparecer el obelisco que la presidía para dar paso a una fuente monumental, varios bancos y una balaustrada revestidos con la cerámica de mayor prestigio en la época (y en las anteriores), la del barrio de Triana en Sevilla. Esos azulejos, jarrones y piezas diseñados y elaborados por Cerámica Santa Ana y Cerámica Triana Casa González han sufrido las vicisitudes del tiempo, la salinidad y el uso diario y ahora parte de ellos han tenido que ser sustituidos por piezas nuevas pero idénticas, no solo en su forma, sino también en su proceso de producción.

"Se fabrica como se ha hecho toda la vida", explica Antonio González, propietario de Cerámica A. González, la empresa que se ha hecho cargo de ese proceso de renovación por partes que es el punto clave en la restauración que está viviendo la Plaza Alta. La producción alfarera artesana sigue utilizando un método de siglos, que obliga a emplear varios días en la fabricación de cada pieza y así se ha hecho con las nuevas figuras de la fuente.

El primer paso es tomar las medidas del objeto a reproducir, explica González. Con ellas se dibuja su perfil en un tablero guardando siempre una proporción un 8% superior al original, para compensar la posterior compresión del barro. Una vez hecho el dibujo el tablero se recorta, dejando una suerte de plantilla.

Esa plantilla se coloca sobre un eje de forma que pueda girar. En ese eje se va pegando yeso, escayola y finalmente barro, hasta crear una bola que se irá moldeando. De esa forma se obtendrá un objeto con la forma del original, pero sin los detalles: estos se tendrán que dibujar a mano, con un palillo. Una vez terminado ese trabajo, casi escultórico, se fabrica un molde de escayola a partir de esa pieza, que tendrá un tamaño un 8% superior al del objeto original. Es ese molde el que se rellena de barro para fabricar, ahora sí, la pieza que servirá para sustituir a la que se había extraído de la plaza. Ese objeto de barro tiene que secar a su aire, explica González. Una vez que está seco se introduce en el horno a 1.100 grados de temperatura, cuando se cuece el barro se decora y se vuelve a meter en el horno, ya a 980 grados.

Las piezas fabricadas son así pequeñas obras de arte, artesanía para disfrutar en la calle gracias a la renovación de la Plaza Alta, para la cual el Ayuntamiento de Algeciras ha conseguido el respaldo económico de la Diputación Provincial. En una primera fase se ha actuado en la fuente, renovando la fontanería y sustituyendo las piezas más deterioradas, y algunos bancos centrales, en los que se han reparado las esquinas que presentaban daños. Esta actuación será inaugurada en breve, con una exposición en la que se recorrerá la historia de la plaza.

En la siguiente fase se espera trabajar sobre la balaustrada perimetral, que también presenta mal estado. El objetivo es que la plaza cumpla 90 años tan hermosa como el día de su última gran transformación.

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