Tubería en mal estado.

La compañía señala que se trata de una reacción química provocada por el cloro que ataca al hierro, generando incrustaciones de óxido (una especie de burbujas) que se endurecen al estar en contacto con el agua. Aqualia aclara, además, que no se trata de una tubería de abastecimiento, sino de una batería de contadores antigua del bloque 6 del pasaje de La Habana, en la urbanización Nueva Línea. “Se trataba de una batería de contadores vieja de hierro galvanizado, de ahí la reacción química experimentada”, explica la empresa.

Aqualia también aclara que no fueron operarios de la empresa los que cambiaron la batería de contadores, “pues no es responsabilidad del servicio municipal de aguas”, sino de la comunidad de propietarios al tratarse de instalaciones interiores.

Batería de contadores.

La compañía recuerda la importancia de realizar un correcto mantenimiento de las instalaciones interiores de las viviendas para evitar problemas, y recuerda que el agua de la red de abastecimiento municipal está sometida a estrictos controles sanitarios por parte de las Administraciones públicas y por la propia empresa que aseguran su potabilidad y garantizan el cumplimiento de los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano.