Después de que el pasado 29 de octubre unos 200 vecinos de Paloma Baja cortaran la carretera A-2325 que da acceso a sus viviendas para llamar la atención sobre el problema que acusan desde hace ya varios años como consecuencia del descontrolado avance de la duna de Valdevaqueros, ayer volvieron a verse aislados por la arena.

La presidenta de la asociación de vecinos, Francisca Beneroso, trasladó su malestar porque cuando se cumplían dos semanas de la manifestación celebrada por los vecinos para protestar por el asunto, de nuevo tuvieron que "sufrir el aislamiento al que el avance de la duna les tiene condenado". Beneroso señaló que las autoridades con competencia en el estado de la carretera acudieron hace días a Paloma para "limpiar la carretera y hacer la foto del acceso limpio. Pero después la cosa ha continuado como siempre y hoy [por ayer] hemos tenido que llamar al alcalde para trasladarle el asunto y para que diera aviso a carreteras para que desbloquearan el acceso al poblado donde residen más de 80 vecinos".

La presidenta señaló que ante el cúmulo de arena tuvo que ser la Guardia Civil quién asistiera a varios vecinos que habían quedado atrapados con sus vehículos en el lugar. "Nos han mostrado dos posibilidades de nuevo acceso al poblado, uno para entrar desde Bolonia y otro desde Betijuelos. En ambos caso resulta ser una estrecha pista de zahorra", lamentó la presidenta, que mantuvo un encuentro con el delegado de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, Pablo Lorenzo, hace algunos días.