Cine

Bambino, la voz de la emoción arrebatada

  • Paco Ortiz dirige 'Algo salvaje', un documental sobre el cantante de 'La pared' o 'Procuro olvidarte', un artista fiero tras el que se escondía un hombre esquivo

Luis Alberto Domínguez interpreta a Bambino adulto.

Luis Alberto Domínguez interpreta a Bambino adulto. / Curro Medina

Aunque esas interpretaciones que hacía con fuerza arrebatada de temas como La pared, Procuro olvidarte o Se me va forman parte del imaginario colectivo, Miguel Vargas Jiménez, Bambino (Utrera, 1940-1999) es una figura escurridiza. Un hombre que en la vida parecía esconderse del mismo modo que se entregaba en sus conciertos, que dejó tras de sí un relato lleno de equívocos y ambigüedades. Ahora, un documental que dirige el onubense Paco Ortiz, Algo salvaje. La historia de Bambino, quiere contar "de forma correcta y acertada" quién fue ese genio fiero y esquivo.

A Ortiz, que ya se había adentrado en el flamenco con proyectos como 13. Miguel Poveda, Acariciando el aire. Matilde Coral o Se prohíbe el cante, este último codirigido por Félix Vázquez, le propusieron hacer este retrato de Bambino, y pronto quedó fascinado por el misterio que acompañó al intérprete. "Por su personalidad estuvo poco expuesto a los medios, de él se conservan pocas actuaciones, entrevistas, artículos de prensa", señala el director, cuyos trabajos anteriores "se centraban en personajes vivos y disponíamos de sus testimonios, esta vez era diferente". Reconstruir su peripecia exigía "un proceso de investigación en el que hemos encontrado muchísimas erratas y datos que no responden a la verdad. En muchos sitios aparece mal la fecha de nacimiento, por ejemplo, se apunta que es el 44 cuando fue en el 40". Familiares del cantante, músicos que trabajaron con él, periodistas y flamencólogos conforman el puzle que permitirá ver las muchas caras del utrerano. José Mercé, Alberto García-Alix, Máximo Valverde, Los del Río o Gonzalo García-Pelayo –que entre las mil aventuras de su currículum también produjo a Bambino– han participado en este filme, que esta semana grabó algunas secuencias dramatizadas en las que su sobrino Miguel Clavijo interpreta al protagonista de niño y Luis Alberto Domínguez al Bambino adulto.

Ortiz ve en Algo salvaje un viaje que va haciendo escala en estados como la esperanza, el éxito, el desengaño, como si la vida del artista también se hubiese impregnado de la intensidad y las emociones extremas que el artista desplegaba sobre el escenario. "Miguel Vargas se va a Madrid para ser Bambino y desarrollar su carrera musical. Las mismas salas de fiesta en las que triunfó lo acabaron expulsando años después, por muchas razones, porque la movida imponía otros gustos, por su actitud, eso de que no quisiera enfangarse en el circo mediático... A mí me fascina que ese muchacho que se va a la capital a buscar el triunfo, un paso difícil en la Andalucía de los 60, acabará volviendo a su pueblo y llevando una vida discreta", analiza Ortiz.

Un momento del rodaje en la sala Holiday. Un momento del rodaje en la sala Holiday.

Un momento del rodaje en la sala Holiday. / Curro Medina

El cineasta cuenta cautivado que fue Bambino quien presentó a "dos astros del flamenco como Paco de Lucía y Camarón", y destaca de su héroe, también, la inteligencia con la que abrió su propio camino. "Él aseguraba, con modestia, que su hermano cantaba mejor que él", explica Ortiz. "Pero era muy listo, y no quería ser un segundón. En Utrera estaban Fernanda y Bernarda y otros grandísimos artistas, y algunos de ellos subsistían esperando que el señorito los llamara o que les saliera un contratito. Eso no lo quería para él, y por eso inventó algo nuevo que conectó con el público, ese flamenco con aires de rumba pop".

Ortiz advierte con satisfacción que en las intervenciones de distintos profesionales en el documental se repite una palabra, creador, que los invitados a este proyecto definen así a un cantante que "no escribió muchas de sus letras, al que otras personas le hacían la música. Y pese a eso, el artista y el personaje se confunden. No sabemos si está cantando esos temas porque él mismo está sintiendo ese dolor. Todo es sorprendente en Bambino: su ambigüedad, o su audacia de meter tanto drama, tanta catástrofe, por un compás que es alegre, como la bulería o la rumba. Como dice mucha gente, con él se da una paradoja. Crea escuela, pero al mismo tiempo es tan único que no puede tener seguidores. Nadie ha podido imitarlo, hoy no hay nadie que se le parezca".

Bambino "creó escuela, pero no tiene seguidores. Nadie ha podido imitarlo, nadie se le parece"

Luis Alberto Domínguez se ha metido en la piel de este personaje que ha sido "banda sonora de Almodóvar, besado por Ava Gardner y homenajeado por Sabina", alguien que llevó "una vida de excesos y de noches infinitas" pero que también fue un pionero "capaz de aunar éxito de crítica, respeto de compañeros y favor del público", como indican las notas promocionales de Algo salvaje, que produce Sarao Films y respaldan RTVE y Canal Sur. Domínguez, que el miércoles grababa escenas en la sala Holiday de Sevilla, celebra que el documental reivindique "a un artista muy grande al que mucha gente de mi edad no conoce" y se muestra orgulloso del reto en el que se ha embarcado. "Es una persona muy distinta a mí. Me ha encantado interpretar su timidez, su fuerza", dice, antes de resaltar esa autenticidad que caracterizó a Bambino: "No hemos intentado imitarlo, porque habría sido una locura, sino captar su esencia".

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