Festival de Cannes

Cronenberg o la condición humana a partir del cuerpo

  • 'Crimes of the future', con Viggo Mortensen, Léa Seydoux y Kristen Stewart, se destapa en Cannes menos perturbadora de lo que se esperaba

Cronenberg, con sus actores Kristen Stewart, Léa Seydoux y Viggo Mortensen, en Cannes.

Cronenberg, con sus actores Kristen Stewart, Léa Seydoux y Viggo Mortensen, en Cannes. / Clemens Bilan / Efe

El cineasta canadiense David Cronenberg presentó en Cannes Crimes of the future, el filme de terror corporal con el que compite por la Palma de Oro y el que era uno de los platos fuertes de este festival. Perturbadora, pero no tanto como prometía, la primera película de Cronenberg en ocho años fue recibida en su preestreno oficial con una ovación de seis minutos y sin los abandonos masivos del público que había pronosticado el propio director por las escenas viscerales que contiene.

Con Viggo Mortensen, Léa Seydoux y Kristen Stewart como protagonistas, Crimes of the future se lee como una inquietante advertencia sobre el mundo presente y futuro, pese a que fue escrita hace 20 años, en cuanto a la obsesión por el cuerpo y los intentos de censura y control de los gobiernos sobre la actividad artística y sobre el propio cuerpo.

La película conecta con las obsesiones habituales del director de Crash o El almuerzo desnudo. Describe un mundo sintético donde no existe el dolor y la cirugía es “el nuevo sexo”. Mortensen y Seydoux son dos aclamados artistas de performance que triunfan con sus actuaciones en las que extraen de sus cuerpos nuevos órganos generados artificialmente. “Todas mis películas son muy íntimas, lo que más he filmado en mi vida es el cuerpo humano y lo que propongo es una discusión sobre la condición humana a partir del cuerpo”, explicó el cineasta.

Sobre las implicaciones medioambientales de una historia en la que hay personajes que comen plástico literalmente, recordó que cuando escribió el guion “nadie hablaba de microplásticos” pero que en un estudio reciente se hallaron restos de estas sustancias en el 80% de los cuerpos humanos analizados. “Una opción que tenemos es limpiar todos los océanos y cuerpos humanos de microplásticos, pero no es muy posible, así que la alternativa es aceptarlo”.

Cronenberg plantea un mundo donde no existe el dolor y la cirugía es “el nuevo sexo”

En su recreación visual de ese mundo futuro Cronenberg despliega su imaginación con objetos como un sarcófago que sirve de mesa de operaciones, una cama con forma de útero suspendida en el aire que detecta el crecimiento de nuevos órganos o una silla que se encarga de dar de comer a Mortensen y ofrece estampas dignas de Francis Bacon.

Mortensen, cómplice habitual de Cronenberg, con quien ha rodado películas como Una historia de violencia, Promesas del este o Un método peligroso, dijo que lo que más aprecia de trabajar con él es su sentido del humor y el hecho de que hace que los actores se sientan parte del relato.

Preguntado por su relación con el envejecimiento y el paso del tiempo, el actor contó que desde pequeño le preocupaba y le hacía preguntas a su madre sobre la muerte. “Una vez que lo aceptas es algo que te motiva, a mí me gustaría mirar la muerte a la cara y con sentido del humor”.

Kristen Stewart, que interpreta a una funcionaria del gobierno que sigue los pasos de los protagonistas, reveló que Cronenberg es un director de pocas tomas y recordó la primera vez que vio una película suya, Crash (1996), cuando aún era “demasiado joven. Pensé que me iba a meter en problemas y por eso me encantó”.

Léa Seydoux destacó la libertad que ha sentido rodando con Cronenberg y el placer de conversar con él, no tanto sobre cine, sino sobre otros grandes temas, “el amor, la vida y la muerte”.

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