Cine

La Concha de Oro vuela de San Sebastián a una favela brasileña

  • Paxton Winters triunfa con 'Pacificado', un retrato rodado durante años, entre tiroteos episodios de violencia reales, de la dureza de la vida en la marginalidad

  • La española 'La trinchera infinita', con cuatro premios, entre ellos a la mejor dirección, es la otra gran protagonista del palmarés de esta edición

Paxton Winters, con la Concha de Oro para 'Pacificado', muestra el móvil desde el que ha hecho una videollamada a sus amigos de la favela brasileña.

Paxton Winters, con la Concha de Oro para 'Pacificado', muestra el móvil desde el que ha hecho una videollamada a sus amigos de la favela brasileña. / Juan Herrero (Efe)

Pacificado, una película nacida de un larga proceso de colaboración y convivencia entre su director, Paxton Winters, y los habitantes de la favela brasileña de Morro dos Prazeres, ha logrado esta noche la Concha de Oro del Festival de Cine de San Sebastián. El cine español también ha salido triunfante en el palmarés, con cuatro premios para La trinchera infinita.

Rodada en medio de tiroteos y explosiones reales a diario, la película ganadora de la Concha de Oro, Pacífico, ha sumado otros dos galardones: al mejor actor para Bukassa Kabengele y a la mejor fotografía, para Laura Merians. El filme, producido por Darren Aronofsky, propone una reflexión sobre lo difícil que es escapar del círculo de la violencia en un entorno marginal como la favela.

El estadounidense Paxton Winters, su director, ha dedicado el premio a los residentes de la favela, en la que ha vivido durante los últimos ocho años. "Ellos me enseñaron lo que es una verdadera comunidad", ha asegurado el cineasta antes de realizar una videollamada en directo a sus vecinos y amigos de la favela.

Aitor Arregi (en el centro), Jon Garaño (derecha) y Jose María Goenaga, con la Concha de Plata a la mejor dirección por tras recoger la Concha de Plata a la mejor dirección por 'La trinchera infinita'. Aitor Arregi (en el centro), Jon Garaño (derecha) y Jose María Goenaga, con la Concha de Plata a la mejor dirección por  tras recoger la Concha de Plata a la mejor dirección por 'La trinchera infinita'.

Aitor Arregi (en el centro), Jon Garaño (derecha) y Jose María Goenaga, con la Concha de Plata a la mejor dirección por tras recoger la Concha de Plata a la mejor dirección por 'La trinchera infinita'. / Juan Herrero (Efe)

Por su parte, el trío vasco formado por Aitor Arregi, Jon Garaño y Josemari Goenaga ha conquistado la Concha de Plata a la mejor dirección con La trinchera infinita, además del premio al mejor guión, el Fipresci que concede la crítica y el de cine vasco. En su tercer largometraje y con Antonio de la Torre y Belén Cuesta como protagonistas, los directores de Loreak y Handia recuperan la terrible historia de los topos de la Guerra Civil y la posguerra, personas que se mantuvieron escondidas durante años, e incluso décadas, por miedo a las represalias por parte de la dictadura franquista.

Arregi ha agradecido a su equipo técnico y artístico lo "fácil" que les pusieron las cosas durante el rodaje, mientras que Goenaga ha querido recordar "a toda la gente que siente miedo". "Que sepan que están acompañados", ha dicho en la gala celebrada en el Kursaal donostiarra.

La catalana Greta Fernández ha logrado la Concha de Plata a la mejor actriz por La hija de un ladrón, ópera prima de Belén Funes, un premio también concedido ex aequo a la alemana Nina Hoss por The audition, de Ina Weisse. Fernández compone un retrato natural de una joven madre soltera debe afrontar las duras condiciones que le ha tocado vivir mientras trata de sobrevivir a la pésima y destructiva relación con su padre (Eduard Fernández, también su padre real). En cuanto a Hoss, ofrece un sinfín de registros en su personaje de una profesora de violín inestable y torturada que se empeña en redimir a un alumno especialmente conflictivo.

El Premio Especial del Jurado ha sido para Próxima, un filme de Alice Winocour protagonizado por Eva Green que cuenta, sin grandilocuencia, cómo una astronauta trata de compaginar su sacrificado trabajo con la maternidad. El jurado presidido por el cineasta irlandés Neil Jordan destacó la "ambición estética" de este drama espacial que es al mismo tiempo una exploración de la maternidad.

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