Ceuta

Una estampida humana causa la muerte a dos mujeres en Ceuta

  • Dos marroquíes que se ganaban la vida como porteadoras fallecieron aplastadas al perder el equilibrio en medio de una aglomeración de más de doscientas personas cerca de la frontera de El Tarajal

La muerte ayer de dos mujeres marroquíes junto al paso fronterizo que separa Ceuta de Marruecos ha sido el triste final para dos de las personas que a diario cruzan el paso fronterizo para ganar unos euros con los que mantener a sus familias.

Las inmediaciones de la frontera del Tarajal eran ayer un hervidero de comentarios sobre el trágico suceso que causaron la muerte a dos mujeres que habitualmente trasladaban bultos con mercancía a su país de origen.

Una aglomeración de más de 200 personas provocó que las dos mujeres perdieran el equilibrio y fallecieran entre la multitud de los miles de marroquíes que, todos los días, repiten la misma escena: aglomeración tras aglomeración. Un porteador, identificado como Mustafa M., cuenta a Efe, casi con lágrimas en los ojos, que "han muerto por unos míseros euros", en relación al poco dinero que reciben por el paso de la mercancía y que no va más allá de los cinco euros al día.

"Cuantos más viajes y más cargados vayamos, más dinero nos dan", nos dice el propio Mustafa M., quien dice que no conocía a ninguna de las dos fallecidas, pero que le parecía que vivían en Castillejos, la primera población marroquí nada más cruzar la frontera, de la que dista unos 7 kilómetros.

Un empresario, que prefiere mantener el anonimato, tampoco esconde su malestar por este hecho y recuerda que los responsables de los polígonos industriales del Tarajal -donde se condensa la actividad comercial con Marruecos- ya habían pedido el cierre del puente del Biutz, un paso habilitado exclusivamente para el paso de mercancías.

El empresario dice que las aglomeraciones son diarias: "Sabíamos que algún día podía pasar una desgracia", asegura, y nos refrescaba la memoria por la muerte de una mujer en Melilla, en similares circunstancias, en noviembre del pasado año.

La Policía Nacional había acordonado la zona, pero las escaleras por donde se precipitaron las mujeres todavía conservaban el resto de sangre, captado por las imágenes de las decenas de periodistas concentrados en el lugar.

Uno de los agentes de la Policía Local, que se encargaba de regular el tráfico en las inmediaciones de la frontera, no oculta su impresión: "Era algo que se temía y hoy ha pasado".

Para empresarios, porteadores y policías parecía la crónica de "una muerte anunciada" pero otras porteadoras marroquíes, que huyen de los micrófonos y las cámaras, únicamente podían echar alguna lágrima para lamentar la muerte de dos mujeres anónimas que han fallecido buscando una vida mejor. La frontera de Ceuta con Marruecos o con el Tercer Mundo encierra, a veces, días trágicos como el de ayer.

El paso de Biutz, que separa Ceuta de Marruecos, ha sido escenario de varios incidentes. Ya la pasada semana dos marroquíes resultaron también heridos como consecuencia de los golpes recibidos en una aglomeración de más de 3.000 personas.

En junio de 2008, dos agentes de la Policía Nacional resultaron igualmente heridos cuando trataban de impedir dos avalanchas en este paso donde se agolpaban más de 500 porteadores.

Seis meses después, en diciembre, dos marroquíes resultaron también heridos como consecuencia de una aglomeración protagonizada por más de 5.000 personas que volvió a colapsar el paso fronterizo. En Melilla la situación no es muy diferente. El 17 de noviembre de 2008 otra aglomeración provocó la muerte de una porteadora marroquí en el puesto de Barrio Chino.

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