El senador popular por Ceuta, Nicolás Fernández Cucurull, acusó ayer al delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, de inventarse la cifra de inversión ejecutada por el Estado, que había cifrado en un 135%. En el transcurso de una rueda de prensa ofrecida en el Hotel Tryp, Cucurull achacó al delegado el querer estar siempre en posesión de la verdad y el hacer los cálculos y las cuentas a su medida para ofrecer a los ceutíes unas cifras de inversión que no se ajustan a la realidad y que han salido de la calculadora mágica.

Según el senador, él nunca ha mentido en sus apreciaciones, manejando los datos que se le ha facilitado desde el Estado, de ahí que sólo pudiera referirse al grado de inversión en ministerios y organismos autónomos. ¿Dónde está entonces el diferencial entre el 85% de inversión anunciado por Cucurull y el 135% que afirmó Chacón?

Para el parlamentario popular la respuesta es clara, ya que el delegado del Gobierno ha contabilizado como inversiones en Ceuta las que se reparten entre varias regiones y las deducidas de los arreglos provocados por los desastres que ocasionaron las lluvias del pasado septiembre. Son lo que el senador calificó de "los principios de la contabilidad presupuestaria creativa" o "los principios de Chacón" que manejándolos consiguen dar unas cifras de superávit que el popular tildó de falsas. "Esas partidas económicas que son para varias provincias, se pueden imputar a Ceuta según Chacón", ironizó el parlamentario, para, poco después negar la mayor, aclarando que ningún territorio puede hacer suya dicha inversión genérica porque así lo especifica el propio Estado. "No puede contabilizarse esa parte para un territorio concreto, pero el equipo de sabios del delegado lo ha solventado y ha solucionado ese problema, aplicando su primer principio: cuando no se puede determinar de quién es la partida, dicha cantidad será de quien diga don José", aclaró.

Hay otro principio creativo más para llegar a la cifra de inversión pretendida, que también fue criticada por el senador y tiene que ver con las partidas desviadas por el Estado para hacer frente a los daños generados por la naturaleza. "Su segundo principio es que para que aumente la inversión es necesario que haya catástrofes que destruyan infraestructuras para que luego el Gobierno las reponga. Tendremos que sacar en procesión a San José Chacón para que haya más temporales y vengan el Estado a reponer las infraestructuras", indicó Cucurull, que, ironías a parte, recordó que todavía el Gobierno central no ha devuelto al de la Ciudad el dinero adelantado para sufragar estos daños. "Tenemos que hacer acto de fe y tomar la palabra de don José como si fuera la de un Dios, aunque sea menor", apuntó.

Cucurull recordó al delegado que no está en condiciones de darle clase alguna presupuestaria porque él denuncia con datos avalados por el Estado y no con cálculos alterados salidos de una calculadora mágica.