No hay duda de que el comercio está sufriendo en primera persona la crisis económica, pero aún así el sector continúa siendo uno de los principales baluartes de la economía granadina. De ahí que CCOO de Andalucía decidiera organizar ayer una jornada sindical para analizar las principales variables del mercado de trabajo, la normativa comercial y el marco que regula los horarios comerciales y la reforma de la negociación colectiva.

Los datos que expusieron ayer los ponentes corroboran la importancia del sector. El sector comercial de la provincia ha crecido en empleo más que el resto de las provincias de Andalucía. Según datos analizados por CCOO, el comercio granadino ha generado entre 2009 y 2011 un total de 3.400 empleos, lo que arroja un crecimiento del 8,7% más, cuando la media de Andalucía en el mismo periodo ha sido de una pérdida del 8,1%. A pesar del aumento del empleo, también ha crecido el paro, ya que se han inscrito nuevos demandantes de empleo en el sector. Así, el desempleo se ha incrementado en un 12,3% desde 2009, lo que implica un aumento de 1.298 de las listas del paro. En conjunto, el comercio granadino cuenta con 12.196 personas desempleadas. Pero son muchas más las que emplea. En la actualidad, en el comercio granadino hay 53.700 trabajadores y autónomos, lo que representa un 17,1% del empleo provincial.

El secretario general de CCOO de Granada, Ricardo Flores, consideró que estos datos confirman al sector del comercio "como uno de los motores económicos de nuestra provincia y de nuestra ciudad". En este sentido, Flores destacó la fortaleza y el dinamismo de este sector, especialmente del pequeño comercio, que a pesar de la crisis está demostrando que es capaz de luchar contra las adversidades.

En las jornadas también se analizaron algunos de los más graves problemas del sector. La secretaria general de la Federación de Comercio de CCOO de Granada, explicó que el sindicato ha detectado "un aumento de las cargas de trabajo para los empleados y empleadas en el sector, así como un aumento de la economía sumergida, con gran repercusión en el servicio de cara al cliente, ya que para que haya calidad tiene que haber personal, y en muchos casos este es escaso".