Crisis del coronavirus

Las toallas de peluquería que se convierten en mascarillas en Algeciras y La Línea

Fabricación de mascarillas

En tiempos de coronavirus, mezcle un poco de solidaridad, bastante de capacidad de emprendimiento, no menos empatía y mucha, mucha imaginación y le saldrá algo parecido a la organización que el empresario Pedro Mateo ha montado desde su casa. El propietario de la cadena de peluquerías Mr Bigote, algecireño de adopción y residente en La Línea, ha creado junto a su mujer y sus dos hijos una estructura con capacidad e intención de fabricar hasta 30.000 mascarillas protectoras que ya ha empezado a repartir en ambas ciudades.

Pedro Mateo afirma que se le "encendió la bombilla" cuando el Gobierno estableció la obligación de abrir todas las peluquerías. Él tiene establecimientos en el Centro Comercial Puerta Europa, en Aire Sur Castilleja y en Supercor Sotogrande. Tenía en marcha la apertura de dos locales más que, de momento, ha aplazado como es lógico por las circunstancias. "Lo primero que pensé es qué EPI (equipos de protección individual) le iba a dar a mis trabajadores. Como aquí no encontraba, consulté en Amazon y encontré cajas de 25 mascarillas a 80 euros que tardaba dos semanas en llegar desde China", relata.

Ante el problema de salvaguardar a sus empleados del riesgo de contagio, Pedro Mateo se acordó de una máquina de coser que su madre le regaló a su mujer y comprobó que tenía almacenados dos palés de toallistas desechables para las barberías. Junto a sus hijos comenzó a fabricar algunas siguiendo las instrucciones que encontró por internet. Entonces "alguien en el Gobierno cayó en la cuenta de la locura que era abrir las peluquerías". 

Fabricación de mascarillas. Fabricación de mascarillas.

Fabricación de mascarillas.

Cuando visitó un supermercado cercano a su casa, Pedro Mateo se echó "las manos a la cabeza" al ver que algunas cajeras improvisaban cubrebocas con los filtros del café o con trozos de papel. Y entonces decidió retomar la fabricación de mascarillas para servírselas a las personas que trabajan cada día en la calle sin medios de protección. Abrió una página en Facebook y el aluvión de voluntarios fue conmovedor. Todavía tiene más 500 correos electrónicos sin abrir. Las gomas las consiguió de una señora de Sotogrande que le proporcionó 800 metros de elástico.

"No son mascarillas homologadas, pero sí sirven a muchas personas que están de cara al público a protegerse de las gotas y del contagio", explica Pedro Mateo, que tiene a una quincena de personas cosiendo en Algeciras y una decena en la Línea. Podría tener más, si consigue más materiales. Las mascarillas hay que tirarlas a las cuatro horas de uso, sino se empapan y son tóxicas, así que hacen falta muchas. 

La organización de la red no sería posible sin la ayuda de sus hijos, de 13 y 11 años, que a la vez están aprendiendo, libreta en mano, a emprender una empresa. Aunque esta sea sin ánimo de lucro y sí para ayudar a los demás. 

La Policía Local de La Línea le ayuda a distribuir los materiales entre las costureras y luego recoge las mascarillas que hace cada una. Cada persona hace 100 y puede quedarse con 20. Se distribuyen en los supermercados y ahora van a repartirse en el Hospital Punta de Europa para que las personas que están en la sala de espera no estén desprotegidas. 

Los productos no están homologados, pero se hacen siguiendo todas las condiciones posibles de higiene y desinfección, por lo que son muy válidas. "Esto nos hace sentir bien y nos mantiene entretenidos a la vez que ayudamos. Estamos muy preocupados porque las cosas están a flor de piel y las noticias no son alentadoras", concluye. 

Si quiere ayudar a Pedro Mateo y a su familia, sobre todo con cualquier material que pueda utilizarse para la fabricación, basta con escribir al email voluntariosmascarillas@gmail.com.  

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