El 'snus' blanco aterriza en los estancos del Campo de Gibraltar tras el éxito de los vapers
Pequeñas bolsas de nicotina con sabores que van del helado de fresa a la cola ya se venden en la comarca, en un mercado que crece entre los jóvenes al calor de las modas y las redes sociales
"En la Bahía de Algeciras hay una contaminación crónica que puede influir en enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson o el Alzheimer"
Algeciras/Un estanco en una de las calles más céntricas de Algeciras se ha dado de bruces recientemente con un nuevo fenómeno. Las estanterías, antaño dominadas por cajetillas de cigarrillos o tabaco de liar, exhiben ahora un abanico de pequeñas cajas redondas con etiquetas de colores vivos: es snus blanco, también conocido como nicotine pouches (bolsitas de nicotina).
Las dependientas despliegan los envases circulares sobre el mostrador. “Aquí tienes de helado de fresa, menta fresca, melón, uva, arándanos y hasta Coca-Cola”, comenta una de ellas mientras señala los diferentes sabores. Cada caja contiene 20 bolsitas de nicotina y cuesta unos cinco euros. “Es como cuando llegaron los vapers. Primero tímidamente, pero poco a poco fue creciendo. Creo que esto será igual. Solo es cuestión de tiempo”, añade.
Por ahora, los clientes habituales son jóvenes y, en su mayoría, extranjeros. Británicos, alemanes y escandinavos, familiarizados con este producto que es tendencia en buena parte de Europa. Ellos buscan el snus blanco como quien pide un café al aterrizar en un nuevo país. Pero, como auguran los estancos, su clientela local empieza a interesarse. “Los de aquí ya vienen preguntando”, confirma la vendedora.
De la combustión a la absorción discreta
Su origen, si bien se remonta a la tradición sueca del snus marrón (un tabaco molido que se introducía bajo el labio), se ha transformado en una versión moderna, sin tabaco, que promete una experiencia “más limpia” al consumidor. No en vano, el snus blanco se presenta como una reinvención del consumo de nicotina: pequeñas bolsas que se colocan entre el labio y la encía para liberar su contenido sin necesidad de fumar. Las opciones van desde los 4 mg de nicotina, pensados para principiantes, hasta niveles más altos que superan la potencia de un cigarrillo convencional. Cada usuario elige según su tolerancia y gusto, siendo el sabor otro de los ganchos principales.
El snus blanco es el producto estrella de una industria que busca diversificar sus estrategias para retener y captar nuevos consumidores
Las compañías que lo producen no son desconocidas: British American Tobacco y Philip Morris lideran este mercado. Sus estrategias de marketing lo sitúan como un producto de "nueva generación", menos dañino y más discreto que el tabaco tradicional. "Es la opción perfecta para quienes buscan una experiencia de nicotina refrescante y portátil", proclama uno de los principales fabricantes en su web, donde el protagonismo recae en la frescura de sabores, como el spearmint, más que en la nicotina misma.
Este discurso encaja con la estrategia que estas gigantes del tabaco llevan años impulsando: un “futuro sin humo” basado en alternativas al cigarrillo. Sin embargo, este "blanqueamiento" de la industria no está exento de críticas. ¿Es realmente más saludable el snus blanco o solo un paso intermedio hacia la dependencia de la nicotina?
Atracción juvenil y redes sociales
El envoltorio moderno, el formato pequeño y los sabores exóticos convierten al snus en un caramelo para los más jóvenes, aunque su consumo está prohibido para menores de 18 años. Las redes sociales, ese limbo donde la publicidad tabacalera escapa de las leyes, han jugado un papel decisivo en su popularización. No es raro ver a influencers europeos exhibiendo su última cajita de snus, promoviendo su uso en TikTok como si fuera una tendencia de moda más.
Sin embargo, detrás de la promoción, surgen serias preocupaciones sanitarias. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) ha alertado sobre los riesgos de estos productos. Los neumólogos advierten que el snus blanco no solo contiene nicotina sintética, sino también una serie de compuestos químicos como celulosa microcristalina, carbonato de sodio y nitrosaminas, estas últimas sustancias cancerígenas que se encuentran típicamente en el tabaco.
En países como Bélgica y los Países Bajos ya se ha prohibido su venta debido a la preocupación por su alto riesgo de adicción, especialmente entre los jóvenes.
Aunque el snus blanco no contiene tabaco, su alta concentración de nicotina y otras sustancias lo convierte en un producto altamente tóxico y potencialmente cancerígeno
En Reino Unido, el auge del snus blanco entre futbolistas ha generado preocupación, pues no solo es un producto consumido por turistas, sino también por deportistas que se exponen a sus efectos secundarios.
El Instituto Federal para la Valoración de Riesgos de Alemania también ha encendido las alarmas: algunos de estos productos pueden contener hasta 17 mg de nicotina, más del doble de lo que aporta un cigarrillo estándar. Los efectos secundarios, como el aumento del ritmo cardíaco, no tardan en manifestarse. Pero eso no parece disuadir a las marcas, que insisten en posicionar al snus como una opción "menos dañina".
La línea gris de la legislación
El snus blanco, al estar libre de tabaco, se encuentra en una especie de limbo legal. La actual legislación antitabaco de la Unión Europea no lo regula directamente, ya que solo hace referencia a productos derivados del tabaco. Este vacío legal ha facilitado que se pueda comercializar sin el control al que están sometidos los cigarrillos convencionales, a pesar de que los efectos sobre la salud de la nicotina sintética son tan perjudiciales como los del tabaco convencional.
Bélgica y Países Bajos ya han vetado las bolsas de nicotina; mientras tanto, en España, se venden sin control
En el estanco de Algeciras, las dependientas ya se preparan para un incremento de las ventas. “Al principio, con los vapers, era igual. No parábamos de explicarle a la gente qué eran. Ahora, ya ni hace falta”. La historia, parece, tiende a repetirse.
El Campo de Gibraltar, siempre tan cercano al pulso europeo, se posiciona como una de las primeras puertas de entrada de esta nueva moda en España. Mientras tanto, las pequeñas cajitas redondas esperan, discretas pero atractivas, en las vitrinas. Su verdadero impacto, como tantas otras cosas, está aún por ver.
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